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@rodolfodiazf
La utilidad, progreso y desarrollo logrado a través de internet y las redes sociales no puede ser puesto en duda. La información y conocimiento que se transmite a través de la red no tiene punto de comparación. Sin embargo, existe el riesgo de que no se utilice de manera adecuada, por lo que es necesario contar con filtros que decanten, purifiquen y garanticen la calidad y objetividad de los contenidos.
En efecto, a través de la red se comunican noticias falsas y contenidos inapropiados o tendenciosos, como se hizo notar desde hace muchos años en la película “Network”, de 1976, cuya trama comienza con el despido del presentador de un programa televisivo, quien anunció que se suicidaría en vivo en alguno de los últimos programas.
No obstante, los problemas suscitados por las redes no tienen que ver tan sólo con los contenidos, sino también con la seguridad de los datos, fotos y relaciones que los usuarios proporcionan y suben en los diferentes servicios y aplicaciones. La información que cada persona proporciona puede no ser auténtica con la finalidad de engañar o acosar, pero también puede ser utilizada por delincuentes cibernéticos y sujetos con aviesas intenciones para perpetrar algún ilícito, llámese soborno, fraude, estafa, extorsión.
Es importante que ni endiosemos ni satanicemos la red. Su utilidad resplandeció en esta pandemia, y seguirá resplandeciendo sobre todo en los espacios educativos y en el trabajo desde casa. Empero, la red nos mantiene contactados en medio del encierro, pero no es lo mismo contacto que comunicación. Lo virtual nunca sustituirá a lo real.
Jaron Lanier, pionero de la realidad virtual, ha criticado acremente la centralización de las redes sociales, pues nos hacen perder nuestra libertad y nos aíslan, convirtiéndose en un totalitarismo cibernético o maoísmo digital.
¿Utilizo adecuadamente las redes?