El Diputado local más asediado ayer por la prensa fue el panista Roberto Cruz Castro.
Caracterizado por acaparar siempre cuantos reflectores, micrófonos y foros tiene al alcance, el ex presidente de la Mesa Directiva de la 62 Legislatura dio ayer un vuelco, en su tono y discurso.
“No haré más comentarios políticos electorales”, dijo ante las insistentes preguntas.
Y es que desde el sábado 9 de diciembre corrió como reguero de pólvora la noticia de que sería Héctor Melesio Cuén Ojeda, líder del PAS y ex candidato a la Gubernatura, quien encabezaría la fórmula al Senado de la recién registrada coalición “Por México al Frente” del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
Misma posición que buscaba el “Güero” Cruz.
De inmediato, éste tuiteó en su cuenta personal: “Cerrar alianza con @melesiocuen es cerrarle la puerta al combate a la corrupción, hacer alianza con el @pas_mx es como regalarle ventaja al @PRI_Nacional y a @lopezobrador”.
Ya no hubo más comentarios, desde entonces.
Ayer, al reanudarse las sesiones del Congreso y tras confirmarse la especie en boca del dirigente estatal, Sebastián Zamudio, Cruz aún no digería que el primer lugar de la fórmula sería para su acérrimo rival, adversario y enemigo político: Cuén.
“No hay nada seguro todavía”, insistía vehemente.
Y aseguró que tenía que ver, con sus propios ojos, que era cierta la versión, “100 por ciento”, para lo cual viajará a la Ciudad de México los próximos días.
Ayer Cruz ni la tribuna tomó y su caso fue el comentario más socorrido entre las curules del PRI, principalmente, cuyos diputados se relamían el bigote, festinando lo que interpretaban como una derrota del “Güero”.
“¿Pues qué no decía que la “alianza perversa” del PAS era con el PRI?”, se mofaban.
La “alianza perversa” es con el PAN, con el PAN, con el PAN, repetían felices los adversarios de Cruz.
¿Y la transparencia?
Para muchos no es sorpresa que organismos independientes como el Instituto Mexicano de la Competitividad ubique a Sinaloa en el lugar 24 de transparencia.
Es decir, viéndolo de abajo para arriba, es primero entre los más opacos.
Pero tampoco es como decir que no transparentan nada, a veces se van de bruces como cuando por algunos medios se interesaron por los datos completos y con facturas del viaje a Japón, luego boletinaron los datos generales.
Lo que queremos explicar es que, pese a tener todas las cualidades, a Sinaloa le ha faltado la voluntad para ser transparente.
Y buscar ser lo más transparente posible es un paso muy importante para atacar la corrupción, que dicho sea de paso el INEGI nos ubica en segundo lugar.
Vemos muy lejano que Sinaloa quiera estar al nivel de 100 por ciento en sus cumplimientos mínimos, como si lo han alcanzado estados como Baja California, Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Puebla o Colima.
Creemos que el principal problema es que los cargos de esos organismos casi siempre son ocupados por raza que está muy lejos del sentido común.
Porque les da miedo enseñar de más, porque les piden ocultar o porque de plano no entienden la importancia de transparentar el uso de los recursos.
Y yo ¿qué culpa tengo?
Ayer jubilados y pensionados asistieron por enésima vez al Congreso del Estado para pedir que los diputados reformen la manera en la que les pagan el aguinaldo.
En esta ocasión se presentó Carlos Ortega Carricarte, que básicamente nada más fue a poner la cara a los reclamos, ya que el Secretario de Administración y Finanzas no les va a solucionar absolutamente nada.
Pero lo que molestó a los docentes jubilados y pensionados de la sección 27, fue que todos las fracciones del Congreso del Estado estuvieron de acuerdo en firmar la minuta que exigiría al Ejecutivo estatal les pague más rápido, así como dar certidumbre de a dónde se van los recursos que se les entrega al ISSSTE para el pago del aguinaldo a los docentes; sí, todos de acuerdo, pero adivinen quién no, sí, el PRI.
Aarón Rivas no quiso firmar la minuta ni quiso posicionarse a nombre del partido en relación de reformar la ley del pago a los docentes.
Después los jubilados quisieron tener un acercamiento con los priistas, sin embargo, no hubo disposición por parte de los tricolores.
Los maestros decidieron bloquear la Avenida Álvaro Obregón, disque para hacer presión y que los atendieran los diputados, pero lo único que consiguieron fue unas cuantas mentadas de los automovilistas.
“Yo ¿qué culpa tengo?”, le reclamaba un conductor a un maestro, éste, sin embargo, ni lo volteaba a ver, sólo seguía gritando linduras contra el PRI.
Al final de cuentas ni los atendió ningún priista, y sólo se llevaron buenos insultos nuestros profes, que media hora después de bloquear la Pedro Infante, se retiraron sin haber conseguido absolutamente nada.