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"EDITORIAL"

"Tiempo de llamadas"

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11/12/2020

    Editorial

    El calendario indica que los días actuales son los que señalan como los idóneos para hacer las llamadas necesarias. Y aunque ya diciembre está en marcha, no son las llamadas relacionadas con la Navidad, sino las que marca el calendario electoral.

    El momento de las definiciones se está acercando y cada uno de los aspirantes están haciendo su último intento por demostrar que son entre los posibles electores los mejores evaluados, los más conocidos, los más preparados, los más en todo.

    Por eso, es que ya sea a través de los teléfonos celulares o los teléfonos fijos, a diario se están recibiendo llamadas en las que se busca obtener información que permita ir midiendo el ambiente prelectoral.

    Casi en su totalidad, se desconoce el origen de la llamada, es decir, qué organización o empresa la hace y quién es el cliente. Aunque también, en muchas ocasiones, se infiere por el tipo de preguntas que hacen, quién es el beneficiario de esas llamadas.

    Y ahí viene uno de los puntos débiles de la fiscalización: cuánto están pagando los aspirantes por ese servicio de llamadas telefónicas, cuál es el origen de los recursos que se destinan para ese servicio y cómo se contabilizará en los gastos de campaña, en caso de que sus aspiraciones fructifiquen.

    Las precampañas, y campañas electorales, estarán llenas de esas llamadas y mensajes que intentarán posicionar a los aspirantes en la mente del electorado, pero también, estará plagada de un derroche de recursos que no estarán fiscalizados por la forma en cómo se están aplicando.

    Los procesos electorales deberían ser más transparentes, no solo desde el momento en que los aspirantes se registran ante los órganos electorales y arranca la fiscalización oficial, sino desde el momento mismo en que el aspirante da a conocer sus intenciones y el uso de los recursos que destina para promocionarse. Sin embargo, no es así, y a fuerza de un marketing inventado buscan convencer a los ciudadanos de que el mejor producto electoral son ellos, construido más a base de ideas que de hechos medibles.

    Las elecciones en Sinaloa están en marcha y las llamadas apenas comienzan.