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@rodolfodiazf
En su mensaje por la Jornada Mundial de los Pobres, el Papa Francisco subrayó que hay muchos pobres que aguardan manos generosas que les tiendan la mano:
“La mano tendida del médico que se preocupa por cada paciente tratando de encontrar el remedio adecuado. La mano tendida de la enfermera y del enfermero que, mucho más allá de sus horas de trabajo, permanecen para cuidar a los enfermos. La mano tendida del que trabaja en la administración y proporciona los medios para salvar el mayor número posible de vidas.
“La mano tendida del farmacéutico, quien está expuesto a tantas peticiones en un contacto arriesgado con la gente. La mano tendida del sacerdote que bendice con el corazón desgarrado. La mano tendida del voluntario que socorre a los que viven en la calle y a los que, a pesar de tener un techo, no tienen comida. La mano tendida de hombres y mujeres que trabajan para proporcionar servicios esenciales y seguridad. Y otras manos tendidas que podríamos describir hasta componer una letanía de buenas obras. Todas estas manos han desafiado el contagio y el miedo para dar apoyo y consuelo”.
Por el contrario, agregó, hay personas que tienen las manos en los bolsillos y no se conmueven, o son cómplices por su indiferencia y cinismo:
“Hay manos tendidas… para mover sumas de dinero de una parte del mundo a otra… Hay manos tendidas para acumular dinero con la venta de armas que otras manos, incluso de niños, usarán para sembrar muerte y pobreza. Hay manos tendidas que en las sombras intercambian dosis de muerte para enriquecerse y vivir en el lujo y el desenfreno efímero”.
Agregó que hay manos corruptas que acceden a favores ilegales y, otras, que son puritanas e hipócritas.
¿Cómo tiendo mi mano?