"Sultanes se desmantela; ‘noche triste’ de la LMP"
CIUDAD DE MÉXICO._ En un ciclo en el que en la Liga Mexicana del Pacífico han debutado jóvenes como nunca, los Sultanes tienen la primicia del prospecto de los Rojos de Cincinnati, el jugador de cuadro Alejo López (.333, 0, 1), quien ya conectó sus primeros imparables y ha deslumbrado con vistosos lances.
El muchacho llegó hace unos días a Monterrey procedente de Mexicali, a cambio del México-estadounidense Eric Aguilera y es hijo de Alfonso “Chato” López y nieto del ex lanzador cubano Silverio Pérez.
Nació en la hoy CDMX hace 23 años, jugó pelota colegial en Estados Unidos y desde 2015 se foguea en sucursales de los Rojos que en 2019 lo asignaron a clase A fuerte, donde bateó .287 con 17 dobles, 3 triples, 2 jonrones y 50 impulsadas, para las Tortugas de Daytona.
EN la misma frecuencia, dando la impresión de estar quemando sus naves, la directiva de los Sultanes hizo ayer otro movimiento realmente extraño: Ismael Salas (.258, 2, 11) a Venados de Mazatlán, a cambio de Roberto Valenzuela (.148, 0, 1), quien viene de un buen verano en Nuevo Laredo (.314, 9, 59), pero que no ha prendido con los rojos del puerto.
Previamente, aparte de la transacción de Aguilera y López, sacaron del róster a Wynton Benard, Alex de Haza y Santiago González y nunca informaron qué sucedió con Jorge “Chato” Vázquez, aunque en el caso del sinaloense, son muy conocidas sus abruptas y constantes “desapariciones”, verano e invierno.
Lo cierto es que sin esos hombres, el line up regio se percibe desvalido, sin chispa, supeditado al rendimiento del cubano Félix Pérez, el norteamericano Michael Choice y los México-americanos Nicko Vázquez y Mitch Wing.
AGOBIADA por el inusual clima lluvioso por estas fechas y las prisas, la LMP se dio vuelo suspendiendo y cancelando juegos la noche del jueves que, en el colmo de la mala suerte, en la única confrontación, registró un futbolero empate entre los Mayos de Navojoa y los anfitriones Sultanes.
Esa política es de lo criticable del circuito de las dos estaciones, la “sangre fría” con que suprimen juegos en menoscabo de sus abonados, patrocinadores, concesionarios, porristas, cubeteros, franeleros, etc.
Pero así será por secula seculorum o, al menos, mientras llegan empresarios, digamos, más desprendidos, por aquello de los costos que implica reprogramar una velada postergada por causas de fuerza mayor.
OBSERVACIONES: El veterano de los Cañeros de Los Mochis, Saúl Soto (147), necesita un jonrón para alcanzar a Andrés Mora y Luis Alfonso García en la cuarta posición de todos los tiempos, en la lista en la que a Héctor Espino (299) será inamovible por muchos años y su escolta, Eduardo Jiménez (199), también. El tercero, Matías Carrillo (150), se observa más accesible.
Sin mucho esfuerzo de “scouteo”, los Pericos de Puebla firmaron a Keon Barnum (.281, 6, 27), uno de los debutantes en la costa, con los Mayos de Navojoa, quienes lo encontraron repartiendo leña en una liga independiente de USA.
El jardinero que en 2019 vieron en Monclova (.313, 4, 25) y Guasave (.370, 0, 1), Cade Gotta (.400, 0, 0), se presentó en Venezuela abriendo el orden al bat de los Navegantes de Magallanes (8-12) que dirige Enrique “Che” Reyes.
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