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"PUERTO VIEJO"

"Soy un torpe..."

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    osunahi@hotmail.com

     

    La vida está llena de sorpresas, de momentos inesperados y hoy estamos viviendo una de ellas, que nos mantiene arrinconados en nuestras casas y procurando al máximo, cumplir con la instrucción oficial que nos indica quedarnos encerrados, de ser posible, las 24 horas del día para evitar que seamos invadidos por un bicho invisible a la vista; que no sabemos bien a bien si surgió de un ambiente insalubre o fue producto de una manipulación científica al servicio de alguna de las naciones líderes en el concierto mundial.

    Acorralados y de remate desconcertados con el alud de noticias contradictorias, de entre las cuales, la mayoría de ellas son soltadas con el ánimo de provocar más desasosiego entre la población, y otras tantas, en hacer cundir la animadversión en contra del Presidente de la República, quien, en el propósito de sembrar optimismo, muchas veces raya en el exhibicionismo irresponsable.

    Como irresponsables a veces lucen sus críticos, ocupándose por días en exponer opiniones sobre eventos que son normales dentro de la urbanidad, como lo fue el caso del rápido saludo a la mamá del Chapo, gesto por el cual, algunos de los llamados líderes de opinión, elevaron a la señora al estatus de delincuente sin derecho ciudadano alguno, como si ella fuera responsable de la vida y quehacer de sus hijos adultos.

    ¿O acaso los padres lo somos y nuestra responsabilidad se extiende hacia la vida de nuestros hermanos y parientes cercanos, tanto consanguíneos como políticos? Creo que no y la deferencia otorgada a la señora Loera por parte del Presidente, no daba para ocuparse tanto tiempo de ella, cuando tenemos a la altura del nalgatorio el fuego de la pandemia.

    El criticado lance presidencial, me hizo pensar en qué reacción tendrían los contemporáneos de Cristo por el trato misericordioso que le concedió a la prostituta María Magdalena, quien a la postre, se integró como una de las más fieles dentro de la estela de seguidores del redentor. ¿Los López Dóriga, Ciros Gómez Leyva, Pepes Cárdenas de la época se dedicarían por más de una semana a tratar de desprestigiar al nazareno por su acto misericordioso?

    Tal vez mi comparativa sea muy atrevida, pero creo que el saludo del Presidente de la República a la señora Loera, estuvo dentro de la cortesía que merece cualquier ciudadano y el respeto y consideraciones que deben darse a la figura materna.

    Cierto, esa misma actitud solidaria del Presidente también ha fallado en casos como el movimiento feminista que recientemente se manifestó exigiéndole atención a los múltiples casos de feminicidios, reclamo que soslayó y que levantó una bien ganada ola de críticas, cuya vibración sigue latente.

    Sin duda los deslices verbales presidenciales son muchos, como su última afirmación de que la epidemia le vino como anillo al dedo a los propósitos de la 4T. Y todo ello le ha dado vigencia al dicho de que el pez por su propia boca muere, pero creo que en estos momentos, la prioridad social debe estar concentrada en la pandemia y sus efectos; en no distraer nuestra atención para exigirle al gobierno federal, así como a los gobernadores de los estados, e inclusive a los alcaldes, una mayor concentración de esfuerzos y recursos que vengan en pos de conseguir atajar la ola maligna, así como conseguir rápido restablecimiento de la mayoría de los infectados y atenuar el número de decesos que nos está dejando la pandemia.

    De igual manera, el esfuerzo social debe estar enfocado en impulsar los proyectos de recuperación económica que se estén diseñado, con el propósito, de llegado el momento, volver a poner en marcha a la economía nacional, la cual está al borde del desastre, lo que redundará, si no se acierta, en consecuencias de alcances inimaginables.

    Soy un torpe paridor de ideas, pero creo que nos estamos dejando llevar fácilmente por las olas que están levantando los que le apuestan al truene nacional; a los que procuran satisfacer sus propósitos político partidista y para los cuales, el bienestar social, es puro salivero infecto. ¡Buenos días!