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"ÉTHOS"

"Soltar y agradecer"

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    rfonseca@noroeste.com
    @rodolfodiazf

     

    Abundan libros, películas y relatos que prometen la felicidad. ¡No hay ideal que persiga el ser humano con tanta premura y urgencia! Sin embargo, cuando cree encontrar la fórmula de la felicidad le sobreviene la frustración de los alquimistas ante el hallazgo de la piedra filosofal.

    La esquiva felicidad burla el acoso del ser humano, pero en realidad es el hombre quien equivoca el camino de la búsqueda, pues persigue una quimera, un fantasma, una sombra. Esa felicidad no existe más que en su mente febril. La felicidad no es mullida alfombra, sino tornasolado tapete de contrastantes hilos enhebrados entre el soltar y el agradecer.

    Un antiguo cuento es ilustrativo al respecto: Una mujer muy sabia despertó una mañana, se miró al espejo y notó que solamente tenía tres cabellos en su cabeza. “Hmmm” -pensó-, creo que hoy me voy a hacer una trenza”. Así lo hizo y pasó un día maravilloso.

    El siguiente día se despertó, se miró al espejo y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza. “Hmmm”- dijo-, creo que hoy me peinaré con la raya en medio”. Así lo hizo y pasó un día grandioso.

    El siguiente día, cuando despertó, se miró al espejo y notó que solamente le quedaba un cabello en su cabeza. “Bueno -dijo-, ahora me voy a hacer una cola de caballo”. Así lo hizo y tuvo un día muy, muy divertido.

    A la mañana siguiente cuando despertó, corrió al espejo y enseguida notó que no le quedaba un solo cabello en la cabeza. “¡Qué bien! -exclamó-, hoy no voy a tener que peinarme!”.

    La vida es una sucesión de pérdidas, razón por la cual debemos deshacernos de los apegos; pero, a la vez, obliga agradecer lo que tuvimos, tenemos y tendremos.

    ¿Suelto y agradezco?