"Sistema Anticorrupción: signos perdidos. Más show: el CPC extravía lo ciudadano"
El elemento de turbiedad que la Comisión de Selección le induce al proceso de designación del nuevo integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción del Estado de Sinaloa, al no transparentar los criterios por los que acepta o rechaza a las aspirantes, es lo que motiva la duda de si realmente se quiere fortalecer la transparencia y rendición de cuentas o se trata de una gran simulación que legitime el descarado robo de los recursos públicos.
De por sí el Comité de Participación Ciudadana hiberna en el silencio frente al saqueo del erario y, por si ello fuera poco, el desperdicio de la oportunidad para ciudadanizar más a este órgano significaría extenderles la patente de impunidad a servidores públicos que van mucho más adelante del Sistema Local Anticorrupción en la capacidad de expoliación al erario y en la de burlarse de las instituciones que deberían sancionarlos.
Es lamentable que prosigan las funciones del circo donde unos cuantos realizan montajes asombrosos que la postre encubren la involución en los esquemas anticorrupción. El show de dónde quedó la bolita para que la gente jamás descubra los códigos que soportan las largas batallas cívicas en pro de la rendición total de cuentas. Hoy se repite la operación de la Comisión de Selección que con inigualable prestidigitación quita del alcance de la lupa social las letras chiquitas de las componendas.
Confusa la metodología, el proceso estaba predestinado a la controversia. En los expedientes de aspirantes rechazadas se plantean bastantes imprecisiones que dan lugar a la sospecha. ¿Quién define el perfil que se requiere para ser parte del CPC, maniobrando desde un criterio o interés personal para descalificar trayectorias de sobra probadas en el compromiso social? ¿Están preparando la enésima engañifa para anular por completo la parte ciudadanizada del Sistema Anticorrupción?
Hay mujeres de gran actividad intelectual que de buena fe decidieron participar, por motu proprio o apoyadas por organizaciones civiles, que se avergüenzan ahora de haberlo hecho al carecer de argumentos sólidos que sustenten la rara “criba” de la que fueron víctimas. A tal extremo que algunas se inconformarán para que quede asentada la rebeldía a lo turbio, otras para que se borren sus datos del proceso de “selección” y las más renunciarán a tomar parte en convocatorias que detrás de la mentira de la participación ciudadana ocultan la perversión del procedimiento.
Ya pasó el tiempo requerido para calar los sistemas nacional y estatal anticorrupción y llegó la hora de decir que no es posible que organizaciones ciudadanas, como es el caso de Iniciativa Sinaloa, presenten mayores resultados en la detección, investigación y denuncia de hechos de uso irregular de recursos públicos como lo ha hecho recientemente con los trabajos “Operación Desfalco Sinaloa”, que implica a 16 funcionarios y políticos en uso indebido de los cargos y de los dineros a su disposición, así como “Precasin, la caja negra del Gobierno de Sinaloa” que da cuenta de manejos sospechosos en la constructora oficial que suplió a la otrora corrupta Cocosin.
El caso es que el verdadero combate a la corrupción prescinde cada día más del aparato que fundado en la Constitución se creó alumbrado por la pirotecnia festiva del gobierno, y que al paso del tiempo sí avanza, pero a contrasentido de la lucha cívica por la nitidez y honradez en el ejercicio de las finanzas cuyo origen son las aportaciones que el pueblo hace vía pago de impuestos.
Se le había señalado a la Comisión de Selección que el descuido hasta del mínimo detalle le podría un cristal empañado al proceso en curso y que la consecuencia sería que quien sea designado cargue a cuestas con la sospecha de la manipulación tendenciosa para mermar gradualmente la esencia ciudadana del CPC, agudizando la circunstancia actual en la que este y el Comité Coordinador del SEMAS vean pasar a los corruptos desde el apocamiento que causa el miedo a perder el cheque.
Y aún así la intervención ciudadana para construir la gran muralla anticorrupción debe seguir firme, ladrillo a ladrillo, codo a codo. El paso que sigue es que el Congreso de Sinaloa, en el procedimiento en marcha para designar al nuevo integrante de la Comisión de Selección, garantice que llegue a esa posición un sinaloense que sea contrapeso en la vocación y tentación presentes por la desciudadanización del CPC y del Sistema Estatal Anticorrupción.
Por lo pronto, el tufo de los compromisos palaciegos, con el combate a la corrupción como moneda de cambio, amenaza con desperdiciar, ¡otra vez derrochar!, la posibilidad de que verdaderos ciudadanos deletreen con grandes lupas las tentaciones y acciones por robar desde el gobierno lo que al pueblo le pertenece.
Reverso
En todas las veces duele,
Que a la trinchera ciudadana,
Por negligencia se cuele,
Alguna putrefacta manzana.
Austeridad derrumbada
Salió el peine, como tenía que salir, en el episodio donde una fracción del Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso de Sinaloa intentó el golpe doloso para destituir a la Diputada Graciela Domínguez Nava como coordinadora de la bancada y presidenta de la Junta de Coordinación Política. Aunque sea igual al paracetamol indicado para curar un cáncer, la repartición de más lana (50 días de aguinaldo, más viáticos y revivir el fondo de gestión) pretende sanar un conflicto que choca frontalmente con el plan de austeridad republicana que blande el Presidente Andrés Manuel López Obrador. ¿No que el motín morenista era en defensa de la 4T?