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"Malecón de Mazatlán"

"Sinaloa al frente"

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MALECÓN
16/01/2018 00:48

    La designación de Tatiana Clouthier como responsable de la campaña de Andrés Manuel López Obrador vuelve a poner a Sinaloa en el escaparate de la política nacional.

    La sinaloense se convierte así en la coordinadora de un proyecto que no puede tener otro objetivo que el de llevar a López Obrador a la Presidencia.

    También es importante el mensaje enviado por López Obrador al elegir a la hija del Maquío como su principal apuesta para llegar a Los Pinos: sus ganas de formar equipo con mexicanos que no se van a doblar a la hora de la verdad.

    La presentación también incluyó al empresario Alfonso Romo, un regiomontano que le permitirá a López Obrador tender un puente directo con los empresarios, un sector que sus competidores políticos siempre han intentado arrebatarle con el cuento de que no comulga con sus ideales.

    “El Peje” manda un mensaje contundente: va en serio. 

     

    Orejas de 
    pescado

    Ni el asesinato del director de la Policía de Elota y el jefe de armas de la corporación parece suficiente para que nuestras autoridades reconozcan los niveles de violencia que azotan Sinaloa.

    El Teniente Coronel Ignacio Juárez Rojas, director de la Policía Municipal de Elota, y a Alfonso Beltrán Jiménez, jefe de armas de la corporación, fueron privados de su libertad el 5 de enero, a 30 metros de la comandancia de policía en La Cruz de Elota.

    Ambos directivos de la Policía de Elota fueron asesinados y enterrados en una fosa clandestina, en un municipio que, según las cifras oficiales, no tiene problemas serios de violencia: se contabilizaron 26 asesinatos en 2017.

    Desde que los encontraron, ni la Secretaría de Seguridad Pública del Estado ni la Fiscalía General del Estado han dado un posicionamiento, se limitaron a ofrecer una comparecencia futura.

    ¿Qué pueden decir?, bueno, reconocer que las cosas no están tan bien como lo han dicho sería un muy buen primer paso.

    El año pasado, 21 policías fueron asesinados y dos más siguen desaparecidos, sin que a la fecha se tenga a una sola persona detenida como responsable.

     

    Apuestan 
    al olvido

    Ayer se cumplieron ocho meses del asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas. 

    No hay indicios ni avances en las investigaciones o al menos no información que indique que alguien intenta esclarecer el caso.

    “Queremos hacer saber a Ricardo Sánchez del Pozo y al titular de la PGR, Alberto Elías Beltrán, que el crimen de Javier Valdez no se ha olvidado de Sinaloa y que como lo hicimos desde el primer día, seguiremos tomando calles y plazas, y continuaremos levantando tribunas para que nuestras voces se multipliquen y lleguen a todos los rincones del País por todos los medios”, señaló Ismael Bojórquez, director de Ríodoce.

    Y ante esa consigna salieron ayer comunicadores, compañeros, familiares y amigos del periodista para exigir una vez más justicia en el caso.

    No hay olvido, señores, no lo hay... y las tomas de calles y plazas no se detendrán, no, hasta que se esclarezca el crimen y que los culpables estén tras las rejas.

     

    La voz de 
    los indígenas

    Ayer pasó por Sinaloa la aspirante a una candidatura independiente a la Presidencia, María de Jesús Patricio Martínez, también conocida como “Marichuy”. 

    La activista es la dirigente del Consejo Nacional Indígena y representante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional recorre el País recolectando las firmas que le solicita el INE para concederle la candidatura. 

    El problema es que la misma candidata ya se dio cuenta que reunir las más de 800 mil firmas y aparte distribuidas en por lo menos 17 estados, es una locura que está lejos de poder realizar, así que se toma su tiempo y dice que no tiene prisa.

    La propuesta de los zapatistas es ir construyendo, poco a poco, y más allá del 2018, un entramado ciudadano que defienda las causas de los indígenas y de las mujeres, dos retos que se antojan dignos de gigantes.

    Mal y de malas

    Durango se niega a vivir cerca de Mazatlán, o simplemente la suerte juega en contra.

    Resulta que cada día que pasa se ve más difícil que los daños causados por el accidente de una pipa puedan ser reparados pronto en la supercarretera que une a las dos ciudades.

    El accidente fue de tal magnitud que el fuego ocasionado por una explosión destruyó parte de la carretera y en el peor lugar donde podría haber pasado.

    Para empezar el accidente ocurrió sobre un sector elevado de la carretera, ocasionado enormes huecos que miran al vacío.

    Además, la zona del accidente está en una área geográfica donde la carretera no se comunica con la carretera libre, haciendo prácticamente imposible una desviación corta.

    Es más, las autoridades no saben ni siquiera el tiempo que les llevará la reparación, obligando a los conductores a regresar al “Espinazo del Diablo”, uno de los peores tramos de carretera de todo el País.