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"BUHEDERA"

"Sarcasmos"

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BUHEDERA
29/01/2021 08:07

    gfarber1948@gmail.com

    www.farberismos.com.mx/web/

     

    Para que veamos el entorno tecnológico en que estamos.

     

    Sistema cuántico financiero 

    https://www.youtube.com/watch?v=aORg-7JYfaw

    Para entender el QFS hay que tener claro la tecnología detrás de este nuevo sistema financiero, le explico brevemente cuatro conceptos claves en este tema: 1. La Tecnología Cuántica “Física Cuántica”. 2. La Computación Cuántica. 3. Tecnología de Pensamiento Artificial “IA”. 4. El Sistema Quántico Financiero QFS.

    Imagina a todas las computadoras del mundo (incluyendo a las súper computadoras de IBM y de Google) enlazadas para resolver una operación matemática sumamente complicada que requeriría más de mil años de cómputo constante de toda esa vasta red. En cambio, una computadora cuántica (no una imaginaria de ciencia-ficción, sino la que ya existe en manos de Google), puede llegar a ese resultado en 3 o 5 segundos. Pero no son los gringos sino los chinos los que llevan la delantera con su prototipo Jiuzhang, que puede realizar esa misma operación 100 billones de veces más rápido (es una máquina capaz de detectar hasta 76 fotones a través de un muestreo gaussiano de bosones, que es un algoritmo de simulación estándar).

    Bueno, pues esta maravilla china es apenas un asomo de lo que promete (o amenaza) con integrar la IA, la inteligencia artificial, donde las máquinas-robots superarán a los humanos en todas sus facultades y serán capaces de aprender por sí solas, sin intervención humana alguna.

    ¿Tú lo entiendes? Yo tampoco.

     

    Ética 

    “En Ética para las máquinas (2019) José Ignacio Latorre sienta unas bases mínimas que nos hacen entender la relevancia que tendrá la ética elegida para gobernar a las máquinas. Lejos de una ética, como todo aspecto social dependiente de la cultura lo que tenemos en la actualidad son muchas éticas diferentes, a menudo incompatibles entre sí.

    Hace apenas unos días la Unesco empezó a trabajar en un marco normativo para el desarrollo ético de las tecnologías de inteligencia artificial, un paraguas legal que cubre los 193 estados miembros, que a su vez incluyen las norteamericanas GAFA Google, Apple, Facebook y Amazon y las chinas BATX Baidu, Alibaba, Tencent y Xiaomi. Se trata de un paso necesario a la hora de unificar criterios divergentes.

    A pesar del hecho de que algunos factores de la inteligencia artificial sí hay cierta convergencia, no los hay en otros con bastante relevancia. Pensemos en la identificación visual, Europa tiende a regular el uso de esta tecnología orientando el tema a la protección de sus ciudadanos sin atender a usos benignos viables, países como Estados Unidos priorizan capitalización y China la seguridad estatal. La diferencia es notable.

    Basta asomarse a los últimos intentos de homogeneizar la normativa para ver cómo cada región del mundo trataba de barrer para su zona de aplicación de la tecnología. Mucho ha llovido desde que la eurodiputada Mady Delvaux propusiera en 2015 máquinas esclavas que incorporarían un botón de apagado.

    Tras aquello vinieron los Principios de Asilomar de la IA derivados de las charlas de enero de 2017 en California; las Directrices por una inteligencia artificial confiable, de la UE, publicadas en abril de 2019; las Recomendaciones del Consejo sobre Inteligencia Artificial, de la OCDE, del 22 de mayo de 2019, o los Principios sobre la IA, de Pekín, del 28 de mayo de 2019. Cada pocas semanas, diferentes países y grupos han ido publicando sus respectivas éticas, a veces del todo incompatibles tanto entre sí como con la legislación vigente.

    Como escribe Latorre en Ética para las máquinas, es importantísimo el dar con un marco ético compatible, que experimentos como el Moral Machine del MIT parecen echar por tierra. Y es que no hay una ética mundial, ni siquiera estatal o municipal. De modo que va a ser difícil ponerse de acuerdo en un marco normativo. A raíz del acuerdo de la Unesco, parece que pronto alcanzaremos los ‘grandes principios’ y luego vendrán las ‘directrices y detalles’. Una suerte de normativa de brocha gorda, que a falta de ninguna normativa, buena es”.