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Es arduo encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero es imposible encontrarla en otra parte.
Cuchillazos
El Dicky, un paisano amigo y vecino desde la primaria, me dice: “Hablando de citas con el cuchillo, en noviembre del 2019, después de un proceso largo de pruebas, me diagnosticaron cáncer de próstata muy agresivo (Gleason 9). En febrero acudí a un hospital de San Diego a una cita con el cuchillo robótico que removió además de la próstata una colección de otras partes. Siguió un tratamiento de 35 sesiones de radiación (rayos X de alta potencia) y continúe con tratamiento hormonal (estoy por ingresar a un club para hacer flores de migajón). El 30 de diciembre del 2020, me declararon en remisión (atenuación o desaparición completa de signos de la enfermedad).
Comparto la vivencia porque puede ser una experiencia útil, particularmente para nuestra camada. Antes de ser diagnosticado me sentía completamente saludable, con apetito, practicando deportes, sin insomnio y con muy buen ánimo; sin motivos para sospechar que tenía un Cáncer muy agresivo. El punto de partida para el diagnóstico fue una prueba de antígeno prostático (PSA) que concluyó con una biopsia. La lección que comparto es:
El Cáncer no duele, no molesta, no lo sientes hasta que está muy avanzado y entonces suele ser tarde. Los mayores de 60 años (tengo 72), debemos hacernos una prueba de PSA por lo menos una vez cada seis meses, aun cuando sientas que gozas de un excelente estado de salud. Mis mejores deseos de salud (lo demás es junto con pegado) para el año que estamos estrenando”.
Gleason 9
Tomado de: https://www.cancer.net/es/tipos-de-c%C3%A1ncer/c%C3%A1ncer-de-pr%C3%B3stata/estadios-y-grados
“Puntuación de Gleason para la determinación de los grados del cáncer de próstata:
“El cáncer de próstata se clasifica por grados llamados puntuación de Gleason. Esta puntuación se basa en la medida en la que el cáncer se asemeja a tejido sano cuando se visualiza bajo un microscopio. El patólogo observa cómo se disponen las células cancerosas en la próstata y asigna una puntuación en una escala de 3 a 5 de dos lugares diferentes. Las células cancerosas que tienen aspecto similar a las células sanas reciben una puntuación baja. Las células cancerosas que se parecen menos a las células sanas o que tienen un aspecto más agresivo reciben una puntuación alta. Para asignar las cifras, el patólogo determina el patrón principal de crecimiento celular, que es el área donde el cáncer es más evidente, y busca cualquier otra área de crecimiento. El médico luego le asigna a cada área una puntuación de 3 a 5. Se suman las puntuaciones para llegar a una puntuación general de entre 6 y 10.
“Las puntuaciones de Gleason de 5 o menos no se usan. La puntuación de Gleason más baja es 6, que es un cáncer de grado bajo. Una puntuación de Gleason de 7 es un cáncer de grado medio, y una puntuación de 8, 9 o 10 es un cáncer de grado alto.
“Gleason X: la puntuación de Gleason no se puede determinar.
- Gleason 6 o inferior: las células están bien diferenciadas, lo cual significa que tienen un aspecto similar a las células sanas.
- Gleason 7: las células están moderadamente diferenciadas, lo cual significa que tienen un aspecto algo similar a las células sanas.
- Gleason 8, 9 o 10: las células están poco diferenciadas o no diferenciadas, lo que significa que tienen un aspecto muy diferente a las células sanas.”
Mi caso
A mí suele salirme elevado el antígeno prostático, pero el urólogo dice que esto es esperable tras una resección transuretral (realizada en diciembre de 2016). En fin, antes de esa operación pasé por la serie completa: medición del antígeno, tacto rectal y biopsia bajo anestesia (17 mordeduras o navajazos dentro del colon; por cierto que estas dentelladas no las conté antes como operaciones, aunque fueron cuchillazos). Con el mismo dictamen siempre: “Resultados no concluyentes”. Total, que nunca supe, nunca tuve una certeza.