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"Buhedera"

"Sarcasmos"

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BUHEDERA

     

    gfarber1948@gmail.com http://www.farberismos.com.mx/web/
     En el camino de la vida podrás transitar por el sendero de la sabiduría. Si de él sales convencido de no saber nada, es que has aprendido mucho.

    Cuchillazos

    Me sigo recuperando de mi undécima cirugía (eran nueve, pero ya conté bien). ¡Once cirugías, once citas con el cuchillo! En 72 años da un promedio de 6.5 años entre operaciones. Esto, aparte de cuchillazos "menores" dentales. Es cansado. Paciencia, pues.

    Por cierto, me doy cuenta de que me he portado muy quejumbroso últimamente en estas páginas. Algunos dirían que me he convertido en un viejito gruñón... y quizá tendrían razón, jaja. Pero según mi mujer de los últimos nueve años (la muy inteligente y observadora Marián), soy mucho menos irritable hoy que antes. Creo que ella sabe lo que dice (hasta yo me doy cuenta de mi evolución).

    Y no me malentiendas: agradezco muuuuuuy cumplidamentre a todos los cirujanos que me han arreglado las amígdalas, el pizarrín, el tabique nasal, el cerebelo tres veces, la hidrocefalia, la vesícula biliar, las dos cataratas, la próstata crecida. De veras creo que es un prodigio de la ciencia médica y quirúrgica.

    Salvo el severo ataque de psicosis tras ambas cirugías cerebrales, que fueron (me dicen, porque yo nunca he probado nada de eso) como un pésimo viaje con hongos, tras fumarme varios churros de mota y darme tres pericazos de coca, combinados con LSD varios trocitos de crack, aderezado con peyote y una pizca de ayahuasca para darle sabor. Terrible, pues. Creo que, muy en serio, los y las anestesistas tienen que encontrar otra sustancia que sea tan efectiva como la que hoy usan para suprimir el dolor, pero una que no cause esos tremebundos efectos psicóticos en los pacientes. Importante tarea pendiente.

    Bueno, pasemos a otra cosa.

    Acabo de ir con mi doctora familiar del IMSS. Yo estaba inquieto por un temblor en la quijada y en el brazo derecho. Temía que fuera principio de Parkinson. La doctora me revisó y diagnosticó que no era sino un clásico caso de “temblor de anciano” (acepto que no suena muy halagador eso de “anciano”). Me dio unas hojas con instrucciones para hacer ejercicios. Con disciplina y el tiempo de desinflamación del tejido neuronal, me voy a recuperar, supongo. Otra vez, paciencia.

    A propósito, recordé a mi buen amigo Luis González O’Donell, nacido argentino con sangre irlandesa ex activista de izquierda (arrestado y golpeado por la dictadura, milagrosamente huido y auto exiliado), derechoso converso (temible combinación).

    Luis siempre tuvo limitaciones visuales, a pesar de lo cual fue muy eficiente subdirector de la revista "Contenido", que dirigía mi admirado Armando Ayala Anguiano, en cuya casa solíamos reunirnos un pequeño grupo de amigos para hablar de filósofos antiguos y escuchar a Wagner. Fui bendecido en esos medios. En "Contenido" conocí a mucha gente interesante, lo mismo que antes en la revista "La Capital" y en el diario "Excélsior".

    Ya retirado en su casa de campo (le gustaba el clima frío y él era un carpintero más que respetable), Luis terminó prácticamente ciego, pero aún se las arreglaba para hacer vida casi normal y escribir dos novelas detectivescas. Le diagnosticaron "degeneración macular senil", un padecimiento hoy incurable. Luis decía que eso de "degenerado" se lo habían dicho ya tantas veces en su vida, que el epíteto se le resbalaba. "Lo que sí me jode", decía "es eso de senil".

    En fin, quiero creer que (como reza la cita que encabeza esta columna) me he vuelto tan sabio que estoy a punto de alcanzar la iluminación, pues cada día me convenzo más y más de que no sé nada de nada de nada (y a pesar de ello opino de todo, como hacemos todos).

    Oooooommmmmm
    Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas.
    http://www.todo-mail.com/content.aspx?emailid=2581