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Hay contradicciones ocultas en la mente de las personas que “aman la naturaleza” mientras deploran la “artificialidad” con la que “el hombre ha estropeado la naturaleza”. La contradicción más obvia se encuentra en la elección de palabras, que implican que el hombre y sus artefactos no forman parte de la “naturaleza” pero los castores y sus presas sí. Pero las contradicciones son más profundas que este absurdo a primera vista. Al declarar su amor por la presa de un castor (erigida por castores y para fines de castores) y su odio por las presas erigidas por el hombre (para fines de los hombres), el “naturista” revela el odio que siente hacia su propia raza, es decir, el odio que siente hacia sí mismo.
La batería: instrumento tirano
René: “‘La Batería Manda’ es el título de un libro que escribió un baterista de jazz y esto quiere decir mucho, porque sin la base de un buen baterista todo se viene abajo, pero el lado muy negativo de este instrumento es que se hizo imprescindible para la música actual, se volvió un instrumento musical tirano, encarcela bajo sus ritmos el compás de la música limitándola mucho. La música actual es su prisionera y esto es lamentable porque no solamente abarca la música popular sino también el rescoldo que resta de la composición en música clásica actual y de ello vemos que en ocasiones es demasiado el protagonismo de los instrumentos musicales de percusión que tratan de emular una batería o de plano el compositor mete una batería.
El día que logremos los músicos despojarnos de las cadenas que representa la batería o ese beat constante que hoy parece imprescindible, avanzaremos como sociedad hacia otros mundos.
Empero sí, Ringo está considerado el mejor incluso por los que son en verdad mejores bateristas que él (es su ídolo) y en verdad que lo mejor de Ringo es que es un metrónomo humano (lo cual prácticamente es todo en la música, en la clásica y en la popular, el tempo) a partir de una medida exacta ya se puede considerar la libertad de robarle tiempo al tiempo como los famosos rubatos de Chopin.
Lennon & McCartney supieron entender y leer su tiempo perfectamente ¡indudablemente son unos genios! Por ello cité que fueron seleccionados mediante pruebas que aplicaba el Gobierno británico, junto a Harrison, por mayor coeficiente y que fueron inscritos en una escuela especial con todo pagado (incluyendo el transporte) porque ellos eran muy pobres. Ellos tres admiraban a Ringo Star que ya era una celebridad local y mayor de edad que ellos y de oírle tocar nació su deseo de tenerle como su principal soporte. Por ser esa celebridad desde 1961, el hoy sir Richard Starkey, decidió ponerse el nombre artístico de Ringo (alguien bueno, en este caso un buen muchacho, por eso Lennon & McCartney le compusieron el tema ‘Este muchacho’ o Tema de Ringo) y con el apócope de su apellido sacó el Star, así que viene a ser el ‘muchacho estrella’, ¡y lo fue en verdad! Él es a quien The Beatles buscaban y les faltaba para justificar ese sonido beat que querían y que casaba con su nombre de grupo: The Beatles, o sea, no escarabajos, sino Los Percusivos o Los que Batían el Ritmo, los que sí saben del ritmo, o sea, los meros, meros buenos. Esto es lo que querían ser y por eso se pusieron The Beatles”.