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"BUHEDERA"

"Sarcasmos"

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BUHEDERA

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    www.farberismos.com.mx/web/

     

    Hijo, tú que eres psicoanalista, háblale al inconsciente de tu padre.

     

    El Código Hays

    A propósito de las nueeeeevas reglas de Hollywood, conviene recordar que nunca se han salido del cauce y que siempre han seguido órdenes, de acuerdo con lo que los de arriba quieren que pensemos nosotros sus sufridos borreg... digo, su querido público. Es famosa la frase de Clark Gable que marcó un hito. Se la dice en la película de 1939, “Lo que el viento se llevó” a su esposa Vivien Leigh, que le reclama qué va a ser de ella si él la deja: “Frankly, my dear, I don’t give a damn” (“Francamente, querida, me importa un comino”). Los ejecutivos del cine estaban inquietos por el ‘destrampe’ que ya habían visto en películas anteriores y que hoy es evidente en muchos filmes donde la maldición “Motherfucker!” (¡Hijo de puta!) se puede decir docenas de veces en el curso de dos horas. https://elpais.com/cultura/2017/07/07/actualidad/1499436688_850113.html

     

    Las 10 reglas

    Desde los años 30 hasta los 60, las productoras de Hollywood obedecieron una serie de reglas conocidas como “El Código Hays”. Estas reglas dictaban lo que estaba permitido y lo que estaba prohibido mostrar en las películas. Todos (productores, directores, actores, músicos, técnicos) tenían que adaptarse a ellas.
    1. Las escenas de cama debían ser en camas separadas. O mostraban a la pareja charlando desde camas separadas o podían tener la conversación en la misma cama, pero la mujer tenía que tener un pie visible en el piso. De esta manera no se sugería que algo ‘picante’ estaba por ocurrir.
    2. No se permitía mostrar esclavos de raza blanca. Los movimientos racistas eran bastante radicales en aquella época y podían boicotear una película si se mostraba a un actor blanco siendo esclavizado. El reglamento no decía nada de actores de otras razas.
    3. Necesitabas un permiso especial para mostrar a una mujer cambiándose de ropa. Las escenas donde una mujer se cambiaba de ropa sólo podían permitirse si eran esenciales para la trama.
    4. Los ladrones no podían verse glamorosos. Los personajes que cometían algún delito no podían verse admirables, ya que Hollywood estaba preocupado de que la sociedad imitara lo que veía en las películas.
    5. No se podía mostrar una pareja de razas diferentes. Esta es una de las reglas más controvertidas del Código Hays. Las productoras no podían mostrar algo así, porque se exponían a recibir amenazas anónimas.
    6. Las mujeres no podían bailar moviendo el busto. Los bailes subidos de tono estaban prohibidos, en especial cuando una mujer bailaba moviendo la parte superior de su cuerpo, ya que se consideraba algo indecente.
    7. Los besos debían darse con la boca cerrada. Los besos no deberían ser demasiado lujuriosos y debían darse con la boca cerrada. Ninguna de estas escenas debía ser “muy excesiva”. (Esta regla me recuerda la clasificación B-3 en las iglesias de mi infancia: “Para adultos con inconvenientes”. ¿Qué es “un adulto con inconvenientes”?)
    8. Las monjas no podían ser graciosas. El Código Hays fue abiertamente religioso y decía específicamente que ninguna monja, sacerdote o figura religiosa debía ser ridiculizada. Tenían que mostrarse como figuras serias y de respeto.
    9. Estaba prohibido usar la bandera en situaciones indecentes. El uso de la bandera estadounidense no podía estar en escenas problemáticas y de protesta. Siempre debía ser representada de manera respetuosa. El código no decía nada de otras banderas nacionales.
    10. No se podía mencionar las enfermedades venéreas. Las películas tenían prohibido tocar temas de enfermedades venéreas, a pesar de que eran comunes.

     

    Censura previa
    En mis clases de cine, en 1969, nos contaba el maestro Alex Olhovich que entonces (entre los muchos obstáculos irracionales que me disuadieron de convertirme en director de cine, ocupación para la cual yo tenía la enorme ventaja de contar con un temperamento autoritario en el set) había censura previa de guiones en la Secretaría de Gobernación (en la inefable RTC en la que yo laboré 20 años después).