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Mi pelo es natural, la cabeza es la artificial.
Inflación-deflación
Demagog señala otra contradicción del sistema financiero contra el sentir popular en Alemania. El pueblo alemán es totalmente alérgico a cualquier proceso de inflación dentro de la Unión Europea, porque ya lo sufrió en carne propia durante la terrible hiperinflación de 1921-1923 (mientras los gringos sufrieron el fenómeno monetario contrario, la deflación, durante la espantosa Gran Depresión de los años 30). Pero la conducta del sistema financiero alemán es opuesta a ese sentir del pueblo, y ha impuesto medidas altamente inflacionarias, condenando a su pueblo a revivir el atroz destino que todavía recuerdan con horror. Los bancos en Alemania han bajado tanto las tasas de interés, que cobran intereses a grandes depositantes, vía tasas negativas. Mostrando una vez más la repulsión del sistema financiero global hacia la deflación (probando, uno, que su castillo de “dinero” fíat no se sostiene más que en un entorno de deuda, crédito, infinitamente creciente, y dos, que el sistema financiero es global y no tolera veleidades nacionalistas más que retóricas, cosméticas, superficiales, gatopardistas), los bancos han llegado a tal grado que no les basta ofrecer y tener tasas de interés bajísimas; ahora hay que cobrar a los depositantes grandes por el “privilegio” de prestar sus ahorros a los bancos (que por el solo hecho de depositarlo, por si no lo sabes, ya es dinero del banco, no tuyo como puedes creer, y que el banco puede o no pagártelo, a su modo y placer, en proporciones y plazos según su criterio). Así, ya puede decir misa la actitud histórica del pueblo alemán, que su sistema bancario impone sus reglas vía tasas negativas para forzar el gasto e impulsar la inflación, posponiendo oooootra vez, por un tiempecito, el truene inevitable de su esquema keynesiano de “impulsar la demanda agregada” mediante la inyección de anglotrillones de “dinero” digital a todos los activos financieros (Bolsa, bonos, casas, terrenos, industrias, ranchos, hipotecas, préstamos de todo tipo, etc).
Cifras disparadas del Covid
George Gilder dice en https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/FMfcgxwJWXPRLGLHcfVzfpLhgdnqpwpn
“La gran reacción exagerada al Covid-19 está devastando vidas en todo EU para combatir una enfermedad que tiene unas tasas de mortalidad nada especiales. El libro ‘Verdades no informadas sobre Covid-19 y confinamientos’ muestra que ninguna de las cifras publicadas por los medios, es remotamente cierta. Al principio, Amazon se negó a publicar el libro, pero Elon Musk hizo una llamada a Jeff Bezos, y ahora está disponible. No hay absolutamente ninguna justificación para el estado sanitario regulatorio. El hecho clave es que las tasas de mortalidad por todas las causas permanecen muy por debajo de los niveles en casi toda la historia humana anterior. Covid no es inusual de ninguna manera. Pero eso no detiene una proliferación de errores y regaños por innumerables tontos en todo el país. En la carrera Boilemaker de 15 kilómetros del año pasado gané en mi grupo de más de 75 años (yo tenía entonces 79). Este año la carrera se canceló, junto con casi todas las otras carreras y otros eventos deportivos al aire libre en todo el País. ¡Pero el mundo quiere humillarse ante el Covid! Como dijo con sarcasmo Howie Carr del Boston Herald: ‘De las 6 mil 718 muertes de Covid-19 [en el estado], 4 mil 180 (el 62 por ciento) han ocurrido en hogares de ancianos que son los negocios más regulados en la Commonwealth’. Pero ahora ese mismo gobierno estatal corrupto e incompetente, que permitió que miles perecieran en los hogares de ancianos del estado, ahora presume que administra todos los restaurantes y alojamientos de Massachusetts bajo una serie de micro-reglas ‘obligatorias’. El ex Subsecretario del Tesoro, David Stockman, señala que la extrema obesidad gubernamental es la verdadera epidemia en Estados Unidos. Señala que las 300 mil leyes y regulaciones federales ocasionan constantes y onerosos roces con la policía, por ‘crímenes’ como vender cigarrillos por unidad o ‘delitos’ triviales de drogas, acumulando unos 10.3 millones de arrestos cada año (excluyendo multas de tránsito)”.
