Este es el 2020, primer año de la cuarentena.
Los virus
Mi amigo el brillante ingeniero y biólogo Guillermo Agudelo Murguía dice: “Leí el correo de Bromoquinina del doctor Jaime Fárber. Muy bueno. Lo que me llamó particularmente la atención fue el siguiente párrafo: ‘Hay una publicación en Nature que dice que todo esto de los virus nuevos, viene de la pérdida de biodiversidad, que eso está llevando a la aparición de nuevos virus que están mutando y son cada vez más difíciles de tratar’.
“Al respecto, acabo de terminar un artículo titulado ‘Teilhard de Chardin, el Panpsiquismo y el Covid-19’, del cual te anexo un par de párrafos:
“El problema que tenemos con los virus es un problema de conocimiento y de Conciencia. Hace unos 10 años escribí un artículo titulado “Una manera diferente de entender la función de los virus”, y en la conclusión declaré lo siguiente:
‘De todo lo anterior se puede afirmar que los virus son básicamente información y como tal, deben enfocarse desde diferentes disciplinas. Cuando se estudian los sistemas complejos, aparecen desde su misma definición los elementos que Stuart Kauffman denomina ‘agentes autónomos’ y otros autores también consideran con otros nombres como elementos que quedan fuera del sistema. Estos agentes autónomos pueden entrar y salir del sistema pues llevan a cabo las relaciones del sistema con todos los sistemas que constituyen su medio ambiente. En pocas palabras, transportan información entre sistemas.
Los virus son los elementos sine qua non de la vida. Sin ellos, las bacterias no tendrían vida pues no podrían reaccionar a su medio ambiente. Se puede hacer una comparación con los sistemas físicos elementales: los núcleos atómicos sin el número correcto de electrones no forman la materia que evoluciona a sistemas más complejos, porque el electrón transmite la información de las condiciones ambientales para que la materia se comporte de acuerdo a ellas (presión, temperatura, etc.).
La información que se transmite en la materia está sujeta a errores pues siempre actúa la entropía.
Esto probablemente hace que los virus se tornen patógenos. Lo importante será, como señala Máximo Sandín determinar cómo y por qué se ‘malignizan’ los virus.
Aquí podemos teorizar que cada ecosistema contiene los virus adecuados para informar a las bacterias y demás organismos que lo componen, las condiciones medioambientales que imperan en su ecosistema. Entonces, cada vez que se destruye un ecosistema, es muy probable que los virus se liberen y se alojen en otro ecosistema, donde los organismos no tienen los sistemas inmunológicos adecuados para aceptar la información que el virus transporta por lo que como toda información tiende a difundirse y para tal efecto se reproduce en la célula huésped. Ahora bien, como siempre se han transformado o destruido ecosistemas, siempre han existido virus ‘malignizados’ o sea patógenos. Pero la naturaleza es sabia y si nos damos cuenta, existe una ley que regula la función de los virus patógenos y es la siguiente: A mayor letalidad de los virus, mayor dificultad de éstos para transmitirse. O sea que la facilidad o dificultad de contagio de los virus depende de la cualidad (complejidad) del ecosistema que se destruye. Sin embargo, la amplitud del contagio depende del ser humano (falta de una higiene adecuada, falta de conocimiento médico, actitudes antinaturales, sistema inmunitario de la población, etc.).
Muy importante es también el enfoque que sobre los virus tiene la ciencia de la Información cuántica que considera la Información como la raíz de la realidad.
El científico de la Universidad de Viena, Antón Zeilinger y sus estudiantes, han implantado un récord mundial en el estudio, en cuanto a la cantidad y complejidad de objetos que han mostrado propiedades cuánticas de interferencia de onda, y espera encontrarlas en los virus, lo que sería congruente con la afirmación que sostiene que los virus forman un superorganismo que comparte la Información.
(Termino mañana con este artículo)
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