CIUDAD DE MÉXICO._ El dos veces campeón mundial en pentatlón moderno, Horacio De la Vega, tomará posesión el próximo domingo como el presidente número 27 en la historia de la Liga Mexicana, en un conteo rápido que incluye a los repetidores en periodos distintos, Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano” (1925-1926 y 1942), Ernesto Carmona (1927-1929, 1938 y 1940) y Pedro Treto Cisneros (1982 y 1983-1999).
Con la diferencia de que el también olímpico por partida doble (1996 y 2000) y dueño de impresionante currícula académica y burocrática, será el primero acotado en asuntos inherentes a la diversión en los diamantes, tesitura que pudo haber salvado la epidermis al defenestrado Javier Salinas.
De esto último se encargará el periodista y comentarista de televisión del breve interinato, Gabriel Medina Espinoza, en un cargo parecido a las gerencias deportivas en los clubes de pelota en el beisbol mexicano.
CURIOSA la situación del veterano jardinero, Chris Roberson, dado de baja por los Caballeros Águilas de Mexicali, para poner punto final a fructífera relación laboral de 8 temporadas y lo que va de la actual.
Cifras de poca monta (.163 sin jonrones, 2 dobles, 5 empujadas y 5 robos en 22 juegos) detonaron el quiebre para el estadounidense de 40 años, quien todavía podría interesar a club conocido en la Liga Mexicana del Pacífico o en el área del Caribe. ¿Acaso Sultanes de Monterrey, su equipo de siempre en la Liga Mexicana?
Aquí viene lo singular de su caso. En evidente declive en invierno, en verano todavía en 2019 dio señales de estar en forma (.338, 8, 49 y 5 estafas en 72 cotejos) en un recorrido limitado por las lesiones.
Los Sultanes invernales, por obvias razones, adolecen de la mayoría de sus “caballones” del concepto original -Ramiro Peña, Agustín Murillo, Mauricio Zazueta, Alí Solís, etc.- y Roberson aún lo es en esa estación.
El problema es que mientras en LMB ya ejerce con etiqueta de naturalizado, en la LMP sigue siendo un extranjero más, condición que a estas alturas de la vida lo convierte poco o nada apetecible en la capital de Nuevo León, donde para 2020 lo esperan con los brazos abiertos…. como paisano.
ES tiempo de la muy esporádica efeméride: El 28 de noviembre de 2010, en Tulsa, EU, murió a los 73 años Cal Emery, primera base y héroe del primer campeonato de los Cañeros de Los Mochis, en la edición 1968-1969, dirigidos por Benjamín “Papelero” Valenzuela.
Tuvo un paso fugaz por Grandes Ligas en 1963 (.150, 0, 0) con los Filis de Filadelfia, pero logró el cetro de bateo en la Liga de la Costa del Pacífico AAA en 1969, promediando justo .400 (260-104) y actuó una campaña en Japón, en 1970, para los Bravos de Hankyu (.213, 8,30).
Durante los caóticos festejos del ansiado título de los Cañeros, se provocó una gran herida en la cabeza, echándose un clavado en una fuente y eso, según declaró, lo obligaba a regresar para la siguiente edición.
Sin embargo, Calvin Wayne Emery jamás volvió al circuito y en el devenir de los años fue mánager de ligas menores en varias organizaciones y coach de bateo en las Mayores de los Medias Blancas de Chicago en 1988.
OBSERVACIONES: Arribó a Culiacán el zurdo Manuel Bañuelos y con el nativo de Gómez Palacio, Durango, serán cuatro los aztecas en la Mex Pac que en 2019 participaron en el Big Show -Fernando Salas (Hermosillo) y Gerardo Reyes y Luis Urías (Ciudad Obregón), los otros-, faltando la confirmación de Sergio Romo (Jalisco) y alguna sorpresa.
Posterior a exitosa presentación y un desconcertante 0-4 y 6.00 en carreras limpias, el ex ligamayorista de los Naranjeros, Luis Alonso Mendoza (3-4, 4.50), ganó sus previas dos aperturas versus Cañeros y Tomateros, con efectividad de 2.63, 13 chocolates y 3 boletos, en 13 innings y dos tercios.
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