Juan Alfonso Mejía López
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“Primero los niños”, es la primera instrucción que recibí de parte del Gobernador Quirino Ordaz Coppel. Es mucho más que un hashtag o una frase de mercadotecnia, es una visión. Significa construir juntos una sociedad, justa y equitativa, haciendo de la educación esa opción con la que cuentan miles de niñas y niños y adolescentes en nuestro estado para salir adelante y para muchos: la única opción.
Desde nuestra llegada entendimos que para dar resultados no podíamos ser improvisados. Teníamos claro que el objetivo primordial era sacar al estado de un aletargamiento educativo en el que estaba metido desde hace muchos años y que reproducía esa doble exclusión perversa donde no todos están en la escuela y los que están no aprenden.
Para lograrlo nos fijamos tres objetivos: primero, realizar estrategias focalizadas dirigidas a la materia del aprendizaje y garantizar trayectorias completas y trayectorias exitosas; la primera fue “Primero de Primaria es Muy Tarde”, dirigida a sacar de la invisibilidad a la primera infancia, la cual ha llevado a Sinaloa y al Gobernador Quirino Ordaz a ser referente nacional; otro fue “Aprendamos Juntos”, con el cual nos propusimos dejar atrás ese pasado donde Sinaloa se encontraba en el sótano de las entidades en materia aprendizaje, tanto en lenguaje y comunicación como en matemáticas; logrando pasar del lugar 27º al 2º, tanto en tercero de secundaria como en tercero de preparatoria; también nos propusimos acabar con el analfabetismo porque sabemos que “Nunca Es Tarde Para Aprender” y el estado se convirtió en el quinto a nivel nacional que pudo levantar bandera blanca gracias a que estamos por debajo del 4 por ciento en ese indicador; finalmente, en medio de la pandemia, tuvimos siempre claro que el objetivo era atacar la deserción, por lo que con la estrategia “Desde Hoy a la Escuela” vencimos los pronósticos que estimaban un 10 por ciento de abandono escolar debido a la Covid-19 y lo redujimos a 1.6 por ciento .
Un segundo objetivo fue garantizar el derecho a aprender de los docentes ya que sin ellos, no es posible garantizar el derecho a aprender de las niñas y niños, por ello nos enfocamos en brindarles justicia y certeza laboral, como haber basificado a 5 mil 273 docentes, resolver problemas añejos como actualizar la zona económica de 1,057 trabajadores, reinstalar a docentes y resolver los casos de doble proceso que persistían desde 2014, crear 309 plazas definitivas para maestros de inglés y 1,431 plazas definitivas y 3 mil 919 horas para distintos niveles. Lo anterior, junto con otras acciones, alcanzan los 362 millones de pesos anuales en beneficio directo para los docentes y sus familias.
Un tercer objetivo fue administrar de manera transparente para poder rendir cuentas claras. Ejemplo de ello fue la disciplina para disminuir las observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que en otros años llegaron a ser del orden de los 217 o 212 millones de pesos y que durante 2018 fue de cero pesos; los adeudos a proveedores, específicamente del 2019 son igual a cero también y sobre todo se realizó una ejecución del gasto responsable por lo que no hubo subejercicio del presupuesto educativo en nuestro estado, porque el recurso se necesita en nuestras escuelas y en nuestra comunidad educativa.
En nuestro caminar en la Secretaría de Educación Pública y Cultura nos ha tocado enfrentar distintas crisis, pero lo importante ha sido no perder el rumbo. En 794 días nunca ha habido un recorte en la continuidad de nuestros programas o de nuestro sistema educativo, a pesar de los recortes presupuestales. Un ejemplo de ello es el programa de escuelas de tiempo completo; del 2018 al 2019 se recortaron 83 millones de pesos, pero el programa siguió operando. Durante el 2020, se tuvo un recorte adicional del 50 por ciento, pero mantuvimos la continuidad del programa hasta el mes de junio.
En 2019 cambiaron las reglas, vino una nueva ley, una nueva reforma educativa que puso en entredicho la continuidad de muchas de las trayectorias educativas de los docentes. Sin embargo, en Sinaloa nunca se vieron interrumpidos los procesos, más de 10,000 profesores aspiraron a ingresar al sistema educativo y tuvieron esa posibilidad, cosa que no sucedió en otros lugares de nuestra república.
Mención aparte merece la pandemia. Nos enfrentamos a 200 años de historia de un sistema educativo presencial donde tuvimos necesidad de innovar, de hacer cosas que nunca se habían intentado o que de plano nos aconsejaron que no hiciéramos. Pero tuvimos que pensar en lo local, pensado para las y los niños sinaloenses. Por ello fuimos la primera entidad en instalar filtros sanitarios en las escuelas que después fueron replicados en toda la República. Nos adaptamos a la nueva realidad y definimos aprendizajes clave mínimos para que el sistema educativo se ajustara a las familias y no al revés.
La pandemia pudo haber generado una crisis de identidad que se sumara a la sanitaria, la económica y la social que se vive en muchos hogares. Pero fue gracias a los maestros que siempre estuvieron ahí, a la comunidad educativa que se ha hecho presente, que se ha evitado esa crisis que hubiera significado que una niña o niño tuviera que repetir el año escolar, eso no sucedió, gracias a que supimos anteponernos a una situación inédita.
Si bien es cierto que es importante no improvisar y dar resultados, tomar decisiones responsables en momentos difíciles, también es verdad que es necesario gobernar con una identidad: con generosidad para la gente. Esa es la identidad que el Gobernador Quirino Ordaz Coppel ha impreso a su gobierno y la cual compartimos.
Finalmente, nadie nos hacemos solos, siempre hay alguien que intercede por nosotros. Gracias al Gobernador Quirino Ordaz Coppel, por su confianza y acompañamiento. Gracias a la presidenta Rosy Fuentes de Ordaz por creer que es posible. Gracias a todos y cada uno de mis compañeros y compañeras en el gabinete, somos un equipo. Gracias a los líderes sindicales, de la sección 27 Edén Inzunza y Fernando Sandoval de la sección 53. Desde la diferencia hemos sabido construir. Gracias a mis compañeros funcionarios de la Secretaría de Educación, han sido maestros y maestras para mí del que todos los días aprendo.
Y por supuesto, gracias a esas tres inspiraciones que están en casa, que me acompañan a todos los lugares donde voy; a mi esposa Eryka, y a mis hijas Natalia y Nicole. Gracias a cada una por su confianza, porque somos al final de cuentas ese reflejo de inspira a seguir soñando.
En los años que están por venir, la educación no solamente seguirá presente, seguirá siendo respuesta y solución a esos problemas inéditos, por eso, mantener vivo el sueño de la escuela, es mantener vivo el sueño de nuestros hijos, de las madres y padres de familia de aquellos que sueñan y viven, para que aquellos que vienen detrás de nosotros tengan una posibilidad mejor que la nuestra.
Que así sea.
