Editorial
Sí, el Covid-19 ha modificado la vida de todo mundo y nadie quiere ya permanecer encerrado tanto tiempo, aunque la pandemia aún demanda del cuidado y del distanciamiento social.
Pero las actividades tienen que volver a su normalidad, aunque se hagan en condiciones diferentes. Varios países han experimentado ya la reapertura de espacios y actividades públicas y algunos de ellos han padecido un rebrote de casos de contagios.
En México se ha ido permitiendo la reapertura gradual de diferentes actividades y esta semana, en el caso de Sinaloa, toca el turno a los estadios deportivos.
Arranca la temporada de beisbol y también los estadios reabrirán sus puertas, con un aforo restringido para evitar aglomeraciones. En Mazatlán, el estadio de futbol también tendrá por primera vez la asistencia de público y deberán tomarse acciones para evitar contagios.
Y qué bueno que la gente tenga opciones para distraerse después de meses de restricciones que la pandemia ha demandado de parte de toda la sociedad.
Aunque la duda prevalece en muchos ámbitos: ¿es adecuado abrir en estos momentos?; en el caso de Sinaloa, ¿están las condiciones dadas para evitar un rebrote?; en medio de la euforia de los juegos, ¿la gente se acordará de las medidas de sana distancia?
Las autoridades están haciendo su parte y deben haber evaluado la situación de la pandemia y su equilibrio con la actividad social y económica. La población también debe hacer la suya: sí, necesita distraerse y relajarse, pero también, todavía, necesita cuidarse.
Que la pandemia del Covid-19 en Sinaloa continúe bajo control y no haya un repunte requerirá de la intervención de todos. Sólo si hay una actitud responsable, de las autoridades, de las empresas, de la población, será posible que las cifras de contagio se vayan a la baja y la pandemia ya no cause más estragos.