Sra. Directora Editorial:
Me refiero brevemente al artículo titulado “Viejos carcamanes”, signado por Francisco Ortiz Pinchetti y aparecido el día sábado 18 de abril del presente año en las páginas editoriales de su periódico Noroeste- Mazatlán.
Al respecto, deseo manifestar mi incredulidad y repudio por la ostentación tan deplorable que presume dicho columnista de la manera tan versallesca en que se prepara para “resistir” un retiro hogareño obligado por causas de salud pública, retiro que millones de mexicanos, “de la sección de los prietos y jodidos” no pueden efectuar por tener que salir a rifársela en sus ocupaciones “mugres” que les proporcionan el “medio comer suyo de cada día”.
Abundando en acepciones acerca de la palabra “Carcamán”, el diccionario de la R. A. E. en su primera acepción, nos dice que “es una persona de muchas pretensiones y poco mérito” y, en su segunda acepción. “es un buque grande, malo y pesado”.
Yo creo que se refieren a Ortiz Pinchetti por la primera acepción, que le queda, ahora sí, como la pandemia esta a México, “como anillo al dedo”: “persona de muchas pretensiones y poco mérito”.
Muy respetuosamente:
Felipe de Jesús Hernández Ascencio,
Desde 1980 Capitán de Altura y Perito Marítimo Independiente, Contratista de Trabajo Marítimo en general.
