No podemos gerenciar un negocio si no entendemos en qué radica hacerlo más rentable.
Uno de nuestros aliados más cercanos es sin duda Eduardo Musi Checa, compañero de estudios, empresario, expositor, consultor y, sobre todo, una gran persona y un extraordinario amigo.
En un proyecto en el que hemos trabajado durante muchos años ha surgido la necesidad de precisar el concepto de Rentabilidad a un grupo de ejecutivos de diferentes áreas de trabajo. Nos damos cuenta de que muchos directivos creen entender lo que significa, pero la verdad es que en conceptos básicos como este suele haber mucha confusión.
Pedí a Eduardo que él describiera el término Rentabilidad de manera muy clara. Y escribió un documento muy práctico y sencillo que aquí les comparto con algunas ideas complementarias.
Rentabilidad es un parámetro que encierra el desempeño de una empresa, de un proyecto, de una inversión, de un ahorro, de un colaborador bien preparado contra uno menos preparado, del empleo del tiempo y el espacio, del uso de los recursos o la falta de éstos.
La rentabilidad suele medirse con un indicador que todo el mundo reconoce como el ROI (Return on Investment, o Retorno sobre la Inversión). Es la Utilidad sobre el Capital, y nos mide cuantas ganancias nos genera cada peso invertido. Este indicador es uno de los más relevantes del éxito de una empresa.
Por ejemplo, en una cadena de tiendas, la rentabilidad no define al que vende más, al que ahorra más, al que tiene la tienda más limpia, al líder que mejor relación tiene con sus colaboradores o que se comunica más efectivamente, sino al que gana más por cada peso invertido, esto es lo que define la Rentabilidad.
Es un parámetro que mide uno de los criterios más relevantes para cualquier inversionista, que premia el buen uso de los recursos y castiga la sobreinversión de éstos.
Todos los miembros de cualquier organización van a ser medidos de algún modo por los logros o por la falta de éstos. Esto es algo inevitable, el que tiene bajo su responsabilidad recursos, pocos o muchos, tendrá que responder por ellos. Cada uno de nosotros representamos un ROI para la organización: hacemos “nuestro pedazo” más o menos rentable.
Musi describe muy gráficamente la rentabilidad comparando dos opciones de inversión que le mostraron a un amigo y su esposa. Esta pareja había ahorrado una cantidad de dinero y decidió adquirir una taquería. Les presentaron dos opciones.
La primera taquería era una pequeña fonda mal arreglada en un rincón de un barrio popular, con sillas y mesas desvencijadas y un fogón con una vieja plancha metálica. Este restaurancito contaba con un mínimo de activos, pero por su abundante clientela generaba muchos miles de pesos de ganancia anual.
La otra taquería estaba ubicada en una gran avenida de un buen sector de la ciudad, muy bien equipada, con pisos de madera, una parrilla de dos metros, con baños bien montados y una fachada muy atractiva. Este negocio tenía muchos activos y no le iba mal, pero a pesar de sus magníficas instalaciones y ubicación, generaba la mitad de ganancias que el otro.
¿Cuál de los dos negocios es más rentable? Pues obviamente el que me de a ganar más con respecto a la inversión realizada. La pequeña fonda casi no tiene activos valiosos, está en un lugar de menor valor inmobiliario, su apariencia es poco atractiva, pero tiene muchos clientes, siempre está llena y vende mucho. Esto le permite generar muchas utilidades por cada peso invertido, ¡es más rentable!
Entonces el ROI es un indicador que mide cuánto ganamos por cada peso invertido, y para hacerlo crecer debemos aumentar las utilidades o disminuir el capital invertido. Mientras más utilidades generemos y menos capital utilicemos, mayor será la rentabilidad.
Por lo tanto, nuestro enfoque como “Dueños” será obtener más utilidades a través de nuestra cercanía con el cliente, del grado de satisfacción que logremos en él. Y por otro lado por la eficiencia en el manejo de los recursos invertidos, de las instalaciones, del inventario, de la recuperación de la cartera. Esto es rentabilidad.
Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM.
* “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.
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