El Gobierno del Estado y sobre todo el Sector Salud han diseñado una estrategia para el regreso a la “nueva normalidad” en Sinaloa basada en un concepto básico: la regionalización.
De ahora en adelante cada decisión que se tome en los diferentes sectores económicos sinaloenses se tomará en cuenta el tipo de negocio y la zona donde se encuentre ubicado, para responder así a las medidas sanitarias y a la naturaleza del negocio, ya sea esencial o no esencial.
La postura tiene mucha lógica y ponemos un ejemplo: hoy se abrirán los restaurantes en Culiacán, pero no en Navolato, mientras en Mazatlán siempre han estado abiertos.
La lógica es que Culiacán ha ido conteniendo el número de contagios, mientras Navolato todavía presenta una tendencia de mucho riesgo y en Mazatlán los restaurantes sin turismo nunca han presentado problemas de aglomeraciones.
Al contrario, podemos hablar de los hoteles: resulta que los primeros hoteles que abrirán serán los de Culiacán, mientras que los de Mazatlán serán los últimos.
Aquí la lógica atiende más a razones de Salud, ya que los hoteles de Culiacán representan un riesgo mucho menor de contagios que los de Mazatlán, debido al enorme número de visitantes que pueden recibir.
Hotelería
Aún y cuando a nivel federal se ha anunciado que los hoteles podrán abrir con muchas limitaciones hoy, la verdad es que la verdadera decisión para la apertura de los diferentes destinos turísticos se hará de manera consensuada entre los gobernadores.
Mañana, en la videoconferencia de gobernadores con la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se abordará el tema de la apertura de los diferentes destinos turísticos del País, sobre todo los de playa.
El tema no es menor, ya que simplemente por una cuestión de competencia, se anticipa que todos abrirán más o manos al mismo tiempo, aunque no necesariamente el mismo día, ya que cada destino tiene su propia dinámica frente a la pandemia.
Ahora, ya no nos queda hacernos ilusiones, en cuanto se abran los hoteles y comiencen a operar las aerolíneas de manera normal será prácticamente imposible contener una nueva etapa de rebrotes de contagios del Covid-19.
Abrir o no abrir
El gran dilema: si se abren los negocios se concentrará la gente y puede provocar un rebrote, si no se abren los negocios, el hambre y el caos.
Se anunció que los restaurantes abrirán hoy en Culiacán, con todas las medidas sanitarias pertinentes.
El problema es que los demás comerciantes de otros giros se declaran listos para levantar sus cortinas.
Dicen que ellos también están preparados para aplicar los protocolos que evitarán contagios.
En Mazatlán, muchos hoteles están listos para abrir sus puertas, pero el problema es que de nada serviría que abrieran mientras las playas estén cerradas, así que la cuarentena continuará en el sector.
El grito de la Iniciativa Privada es desesperado, de los empresarios y de los empleados de la industria hotelera, ya que miles de familias no tienen ni para comer.
En Los Mochis y Guasave la gente regresó a las calles, provocando la molestia de las autoridades, pero la mayoría sale en busca del sustento.
Las autoridades estatales y municipales tendrán que tomar las decisiones más difíciles porque tarde o temprano la situación se pondrá tan complicada que habrá que tomar decisiones entre lo menos malo.
La semana pasada ya vimos que las manifestaciones de locatarios en Culiacán aumentaron al sumarse los pequeños comerciantes que ven con desesperación cómo se desmorona su sustento.
Y qué decir de Mazatlán, donde ya se manifestaron hasta los surfistas.
Los alumnos castigados
En palabras del titular de la SEPyC, Juan Alfonso Mejía López, el motivo de que existan alumnos que no atendieron los ejercicios a distancia es que los docentes no pudieron establecer una comunicación constante con ellos.
Dichos estudiantes corresponden al 6 por ciento de la matrícula total de educación básica en el Estado.
Este 6 por ciento representa 35 mil 764 de estudiantes tan solo en nivel primaria.
Además, existe la posibilidad de que los docentes llamen a alumnos para que se regularicen de acuerdo con el plan de estudios, a pesar de haber atendido en forma las clases a distancia, pero no cuentan con calificación suficiente.
La segunda ola
Decir que a Sinaloa le espera una segunda ola de contagios como a todo el País o al mundo es pensar en una pandemia eterna y no sería ni positivo ni objetivo.
Lo que es una realidad es que el estado se mantiene con una incidencia a la alza en contagios y por ende en decesos a nivel nacional, por lo que las medidas siguen.
Un acierto es el tener ya el Hospital General de Culiacán exclusivamente para enfermos de Covid-19, lo que quizás permita que al menos no colapse nuestro sistema de salud.
Más que nunca se debe ser cauteloso, estar informados, se trata de saber y cuidarse, y no “congelarse” de miedo.
Hay que ayudar a frenar los contagios. La nueva normalidad debe traducirse en extremar cuidados y no esperar una segunda ola, sino lograr que la actual ola baje.
¿Somos o no somos?
Quien estuvo muy activo contra viento y marea esta semana fue el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien como ya sabemos le valieron las críticas y anduvo de gira supervisando sus dos obras emblemáticas: el Tren Maya y la refinería Dos Bocas.
Algunos críticos piensan que al Mandatario nacional le urge reconectar con sus seguidores, por el desgaste prematuro de su figura y liderazgo por su accionar ante la pandemia del Covid-19.
En su gira, el Presidente de la 4T aprovechó para señalar que ahora que se cuidan más los billetes rinden más y advirtió a sus detractores que ya basta de simulaciones, o son conservadores o están a favor de la transformación del País.
Quizás se escuche rancio el mensaje del Presidente y algunos dirían que parece que todavía anda en campaña.