Sinembargo.MX
"Todo es nada y nada es todo".
El Senado de la República aprobó el pasado 9 de diciembre la reforma de la Ley del Banco de México en materia de captación de divisas. La iniciativa propone que los dólares que no puedan ser repatriados sean convertidos en reservas internacionales.
Se argumentó que disponer y administrar divisas en efectivo (billetes y monedas metálicas) es un proceso cada vez más difícil para México, ya que, desde hace 8 años, el Gobierno de EU impuso un cúmulo de restricciones a las operaciones con dólares, desde y hacia su territorio, con el fin —según adujeron— de combatir las operaciones de traslados financieros, con recursos de procedencia ilícita.
La iniciativa de ley, aprobada por la mayoría de los senadores, reforma los artículos 20 y 34, a los que se agregan también los artículos 20 bis y 20 ter a la Ley del Banco de México. Como era de esperarse, afloraron múltiples comentarios en pro y en contra.
En Pro. Lo que se busca es fortalecer la economía de las familias mexicanas que reciben remesas en efectivo que las instituciones bancarias les subvalúan ya que no les fueron trasladadas electrónicamente a sus cuentas o tarjetas. Estamos hablando de alrededor del 1.5 por ciento de los 45 mil millones de dólares de los ingresos norteamericanos, no obstante, lo cual, es un importante ingreso a las finanzas de México.
Fortalecer también al sector comercial y turístico en segunda instancia, porque las remesas de los migrantes mexicanos (más de 10 millones) le aportan a sus familiares capacidad de compra y gastos durante sus viajes turísticos.
Se aduce que es falso que se vulnera la autonomía de Banxico, que las reservas de billetes y monedas provenientes del extranjero que no pueden repatriarse afecta sus funciones operativas y los pone en riesgo de incurrir en el “lavado de dinero” de organizaciones criminales, ya que las compras de divisas que no pueden repatriarse, se hará únicamente y exclusivamente a las instituciones y organismos del sistema financiero, los cuales están obligados —legalmente— a prevenir el lavado de dinero en sus operaciones.
En contra. Se proclama que la reforma vulnera la autonomía del Banxico; se pone en riesgo las reservas internacionales, y se corre el riesgo de incurrir en lavado de dinero de la delincuencia organizada, lo que sería objeto de multimillonarias sanciones del Tesoro de Estados Unidos y decaería su nivel de calificación.
Dejo a su criterio, si están a favor o en contra de la ley de la reforma de Banxico, que, en la primera quincena de enero de 2021, la Cámara de Diputados aprobará o rechazará. Veremos y diremos.
De mi parte, les deseo de todo corazón a todos mis apreciables lectores pasen una feliz Navidad y un mejor año nuevo. Reitero: “Todo es nada y nada es todo”. Nos vemos en 2021.