"¿Redondear o no redondear?"
En épocas recientes hemos leído mucho, sobre todo en redes sociales, sobre el redondeo, sus mitos y realidades, pero sobre todo queda en evidencia el gran desconocimiento que tenemos de esta gran iniciativa.
La empresa que decide apoyar con el redondeo por ejemplo al Banco de Alimentos de Culiacán, presta su infraestructura, abre una subcuenta en sus sistemas contables donde se irán sumando cada redondeo y donativo que hagan sus clientes durante toda la campaña. No todas las organizaciones pueden ser beneficiada por el redondeo, existen muchos requisitos y uno de los más importantes y difíciles es ser donatarias autorizadas, acreditación que afortunadamente tiene nuestra institución y que consiste en autorización de la SHCP que nos faculta legalmente a emitir recibos deducibles de impuestos por concepto de donativos en efectivo y en especie.
Los redondeos han estado durante mucho tiempo en la mira de los Mexicanos creando un conflicto entre los usuarios y las empresas. Eso obedece en mayor medida al desconocimiento que se ha tenido como tal, el redondeo se realiza en México desde hace años, la finalidad es donar pesos o preferentemente centavos sobrantes de la compra en algunas tiendas de conveniencia, de esa manera se evita el traer con nosotros demasiadas monedas en la cartera y colaboramos con alguna institución de beneficencia de una manera fácil y cómoda.
El resultado de redondear esos centavos, es que al finalizar la campaña en la empresa, que por lo general dura algunos meses, es que se done la totalidad a una institución de beneficencia, que esté debida y legalmente constituida, y que cumpla con una serie de requisitos legales y de transparencia para poder acceder a ese beneficio. La única manera legal y permitida en que la empresa pueda donar los fondos recaudados en el redondeo a la institución de beneficencia es por medio de transferencia o cheque, a la cual debe de ir acompañada de una factura deducible que la institución emite a favor de la empresa donante.
En esto último es donde existe mucho desconocimiento, ya que prefieren no donar para que la empresa no deduzca de sus impuestos algo que en apariencia no le corresponde. Sí, el donativo no lo hace la empresa pero créanme, la empresa sí le representa un gasto operativos hacer los redondeos, de logística y demás.
Entonces la pregunta que nos debemos hacer es la siguiente ¿No donar para que no se “beneficie” una empresa, y así afectar a una instrucción de beneficencia? O donar algunos centavos y que, en el caso del Banco de Alimentos de Culiacán, que hemos sido beneficiados de este proyecto todos los años, comprar alimento suficiente para alrededor de dos meses con lo recaudado en cada redondeo, y que si no fuésemos cada año beneficiados por el redondeo, nos fuese imposible comprar dicho alimento, quedando desprotegidas más de 12 mil familias de Culiacán, Mocorito y Navolato.
Hemos escuchado mucho decir, la duda no está en si el dinero llega a la obra benéfica, sino en la manera en que las empresas manejan los beneficios fiscales que esto supone. Vayamos por partes: todos sabemos que fiscalmente para poder “sacar” dinero de una cuenta fiscal debe de ir acompañada de una CFDI o Comprobante Fiscal Digital por Internet. No podemos nadie, hacer transferencias o emitir cheques sin que vayan acompañadas de una factura electrónica, y que para ser validos estos deben ser timbrados a través de la aplicación del SAT.
Esto supone entonces que para poder que dicha empresa done los recursos a la institución siempre debe recibir cuando menos una factura electrónica, que evidentemente podrá deducir de sus impuestos, pero ¿Porqué no darle a la empresa ese único beneficio? Cuando ha puesto todos los medios, físicos, logísticos y de tiempo para que sucedan estos redondeos.
Cabe mencionar que si por alguna razón requieren ustedes, como clientes del establecimiento una factura por su donativo o redondeo, pueden solicitarlo, o bien si no quieren que la empresa interceda entre ustedes y la institución, pueden realizar el donativo directamente a la institución.
Hemos de aceptar que seguramente a las instituciones que hemos sido beneficiadas por este tipo de proyectos nos ha hecho falta el ser todavía mas transparentes con el uso del recurso, difundir todavía más que se ha hecho con el recurso donado, a quienes se beneficiarios, cuánto se gastó y en qué.
En el caso particular del Banco de Alimentos de Culiacán, somos beneficiarios año con año de fundación Soriana y The Home Depot empresas que destinan dos o tres meses de sus campañas de redondeo a beneficiarnos, y nosotros a s vez siempre nos hemos comprometido al manejo transparente de los recursos.
Contáctanos vía correo contacto@baculiacan.org.mx o llámanos al tel. (667 7188566). www.baculiacan.org.mx #HAMBRECERO
