“En el modo de agarrar el taco se conoce al que es tragón”, dice el refrán.
Y Quirino ya está mostrando cómo lo agarra.
Mire. Construye un estadio de beisbol para el club que preside el hijo de Antonio Toledo Corro, Antonio Toledo Ortiz.
Dio 82 millones de pesos del presupuesto público para la construcción del nuevo Centro de Innovación Cultural de Mazatlán, de la familia Salido Artola.
Para la primera etapa de la modernización del Centro de Ciencias de Sinaloa, asignó un contrato de 14.5 de millones de pesos a favor de la empresa Sinaloa Constructora, propiedad de Agustín Jaime Aguilar Padilla, hermano del ex Gobernador Jesús Aguilar Padilla.
Y ahora, la Institución de Asistencia Privada de nombre Salud Digna fue beneficiada con 24 millones de pesos para proveer estudios de mastografía, papanicolau y densitometría ósea a las mujeres que se acudan al DIF Sinaloa.
También, de manera sorpresiva, compró a Inbursa el edificio conocido como Homex, que era de los hermanos Eustaquio y Gerardo de Nicolás.
Seguramente la lista es más larga, estamos escribiendo de memoria. El tema requiere una investigación profunda.
Lo que queremos establecer es el modus operandi que puede identificarse en la administración de Ordaz Coppel, el cual concuerda con su estilo político.
Quirino no se pelea, trata de quedar bien con todos y dice a cada quién lo que quiere escuchar.
En el caso de adquisiciones y obras públicas está repartiendo a distintos personajes para mantenerlos contentos, ya sea por la cercanía política, o, precisamente, para evitar confrontaciones con quienes al inicio lo presionaron, como los Salido.
Como ya bien lo demostró el Instituto Mexicano para la Competitividad con el Indicador Índice de Riesgos de Corrupción: El sistema mexicano de contrataciones públicas, al cambio de gobierno le corresponde cambio de proveedores, y en el caso de Quirino, estos proveedores están muy politizados.
Le ‘llueve’ al Góber
Sin duda fue un mal cálculo, y por ello la gente se le fue encima al Gobernador, Quirino Ordaz Coppel. Ayer, durante la supervisión que el Mandatario estatal hizo a la remodelación del Faro, en Mazatlán, se le permitió a la gente utilizar un puente colgante que está sin terminar en la zona, lo que para muchos fue un riesgo innecesario.
Así se lo reprocharon en las redes sociales. Incluso, dicen que él mismo se tomó selfies en esa obra que no tiene cintas de precaución.
Afortunadamente no pasó nada, pero de haber pasado el puerto ya estaría en las redes mostrando al mundo nuestra incapacidad de respetar nuestras propias reglas.
Y el problema es que los que deberían de poner el ejemplo son los primeros en violar los reglamentos.
Dame, dame,
dame más
Dame más, dicen los Timbiriche en la canción Princesa Tibetana y dame más dice el autonombrado Rector de la UAS, Juan Eulogio Guerra Liera.
Cada año repite el discurso de que la Universidad Autónoma de Sinaloa no tiene lana, presiona a los gobierno estatal y federal para que le den más y luego, hasta desvían recursos con ese pretexto, como recientemente reconoció el Rector.
Sin embargo, la UAS, después de la Universidad de Guadalajara y la Universidad Autónoma de Nuevo León, es la que recibe más dinero público.
En la última auditoría, la ASF dictaminó que la UAS hizo un daño al Erario por más de 397 millones de pesos por desviar el Impuesto Sobre la Renta para pagar prestaciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto del Fondo nacional para la Vivienda para los Trabajadores.
Guerra Liera justificó este desvío por una falta de presupuesto en la Universidad y aseguró que se pondrían a disposición del Sistema de Administración Tributaria para solventar las observaciones de la ASF.
El problema de la UAS es que los funcionarios de alto rango, como el mismo Rector, se mueven como si fueran altos dignatarios.
Alrededor de ellos, un ejército de sirvientes, costoso e innecesario, los hace sentir como si estuvieran hechos a manos, mientras gastan miles de pesos en pura parafernalia servil.
Esto, señoras y señores, es una fotografía de una mala administración.
El Operativo Gokú
El Instituto Sinaloense de la Juventud y el Instituto Municipal de la Juventud decidieron innovar en la prevención de drogas, y con la transmisión de capítulos Dragon Ball Z buscan, nada más y nada menos, evitar que niños y jóvenes se enganchen a las drogas.
Así es, ese es su gran plan de trabajo en materia de combate a las adicciones, la utilización de un cómic extranjero, en esencia violento, para un asunto que ya es de seguridad nacional.
Para ello lanzaron una invitación por redes sociales de la presentación del capítulo 130, que se exhibirá en el Parque Lineal de Mazatlán este 17 de marzo.
Así están las cosas en la prevención de drogas...
