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“¿Quién me frena en tal momento?”, es el sexteto final del acto segundo de la ópera Lucía de Lammermoor, de Donizetti, desarrollada en Escocia. La exquisitez del sexteto es proverbial, sobre todo cuando los intérpretes de esa obra fueron María Callas y Giuseppe di Stefano, o Joan Sutherland y Alfredo Kraus.
Lucía y Edgardo se aman, pero Eduardo, hermano de Lucía, pactó un matrimonio de conveniencia con Arturo. En el momento en que Lucía es obligada a firmar el acta de matrimonio se presentó Edgardo, quien le reprochó traicionar su juramento. Entonces, se interpreta el sexteto.
Lucía no encuentra reposo; juró amor eterno a Edgardo, pero su hermano la obligó a desposarse con Arturo. Desesperada, clavó un puñal a su consorte en la cámara nupcial. Edgardo lamenta profundamente su suerte, cuando escucha el tañer de una campana que anuncia la muerte de Lucía, quien se suicidó después de asesinar a Arturo. Ignorando este drama, el coro canta con inmenso júbilo, mientras Edgardo, interpreta la conmovedora aria “Tú que a Dios desplegaste las alas”; para, después, suicidarse y buscar reunirse con su amada.
¿Por qué todo este preludio? Simple y sencillamente porque en nuestra sociedad existe mucha desinformación, como era más natural que sucediera en el tiempo en que Donizetti ubicó la ópera. También nosotros desconocemos muchos detalles para juzgar con ecuanimidad.
Se habla de que Frena llevó más de 160 mil personas al Zócalo, mientras... que AMLO pidió solamente 100 mil para renunciar. ¿Quién tiene la razón? Reforma, su más crítico medio, dijo sobre la manifestación: “miles de ciudadanos marcharon para expresar su inconformidad con la actual Administración”.
A nosotros también nos frena la desinformación, fake news, venganzas, encono, represalias y obcecación. Requerimos análisis serios, certeros, profundos, críticos y desinteresados cuyo único interés sea México.
¿Quién me frena?
