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"EDITORIAL"

"Que sirva la experiencia"

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24/06/2020

    Editorial

    ¿Cómo hacerle para que la reactivación de la economía sea segura para todos?; ¿cómo evitar que la apertura gradual de algunas actividades no esenciales no signifique un riesgo de contagio para los demás?; ¿cómo hacer que la nueva normalidad, sea segura para todos?

    México va en camino de ser uno de los países con más casos acumulados de contagio por el Covid-19 y ha afectado, sobre todo, a los grandes centros urbanos del País.
    Aún no se ha confirmado que el nivel de contagios haya llegado a su tope y pueda empezar a hablarse de un descenso, pero la economía del País ya necesita reactivarse, sobre todo por los múltiples negocios que cerraron sus puertas al inicio de la contingencia sanitaria y que hoy atraviesan por una situación complicada en cuanto a su economía.
    Es por eso que en las entidades han acordado, como en Sinaloa, de una reapertura gradual de sus actividades económicas. Cómo se va a reactivar y cómo va a impactar en la salud de la población, aún es incierto.
    Pero ante esa incertidumbre, habría que tomar el ejemplo de otros países donde ya se ha dado una apertura de las actividades económicas y recreativas y reproducir las medidas que buscan evitar que se dé un rebrote.
    Una tiene que ver con los propios negocios, de asegurar las medidas que permitan contar con espacios higiénicos y minimizar el riesgo de contagio. Otra corresponde a la responsabilidad de las autoridades, de que exijan que esos establecimientos cuenten con las medidas sanitarias suficientes para que no se conviertan en un foco de infección.
    Y la más importante, es la que adopte la gente de manera personal, para evitar enfermarse y evitar contagiar a los demás.
    Ya se ha hablado de un posible rebrote a nivel mundial y hoy más que nunca importa que todos asuman las medidas de protección suficientes. Y se ha dicho, además, que la pandemia será muy larga.
    Vale más que cada quien vaya asumiendo su propia responsabilidad y por el bien personal, el de la familia y el de la comunidad, se adopten las mejores prácticas que ayuden a evitar los contagios. A todos conviene.