Dicen que a José Luis “El Pepón” Sevilla le agarró un amor por Andrés Manuel López Obrador y que ya anda viendo cómo apoyarlo.
Más que amor, al ex Secretario de Obras Públicas de Mario López Valdez, está viendo para dónde sopla el viento y subirse al tren presupuestal.
Pero flaco favor haría a la causa de AMLO, pues salió muy quemado del sexenio de López Valdez, fue cómplice del malovismo en las contrataciones selectivas de obras públicas, tapó” y firmó contrataciones irregulares y hasta fue inhabilitado para ocupar un cargo en la función pública.
Y si el apoyo lo quiere dar con dinero (porque no creemos que pueda conseguirle más de cinco votos) pues el equipo de Morena podría preguntarse primero sobre el origen de esos recursos.
El único punto a su favor es ser amigo de Yeidckol Polevnsky, lideresa de Morena, la puerta por donde se quiere colar.
Ya veremos si se materializa ese amor de Sevilla por AMLO o si los de Morena prefieren evitarse la quemada.
Los enamorados
Por cierto, dicen que el amor es ciego…, pero en política nunca es desinteresado.
Resulta que a Andrés Manuel López Obrador le están saliendo muchos enamorados, sobre todo muchos a los que la palabra “lealtad” no les dice mucho, o nada.
Y AMLO se deja querer, no en balde ha levantado de todo, quemados, acusados, sentenciados, de todo, mientras siga la campaña en alto y las encuestas a favor, no importa lo que llegue.
Pero la repartidera no es ni será tan fácil, dicen los que saben que a estas alturas la repartición ya está hecha y que para cada posición hay una larga fila.
Así que muchos de los que están llegando ahora, están llegando un poquito tarde.
Alegan sin saber
No cabe duda de que en el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa hay mucho representante de partido político que va a hacer perder el tiempo a los demás y a alegar o preguntar cosas que, si en verdad fueran representantes preocupados por los temas, no tendrían sentido.
Lo decimos porque durante la sesión realizada ayer, que sólo tenía un punto para discutir y aprobar y sin mucho que alegar, resulta que fue alargado por los representantes del Partido Sinaloense, Noé Quevedo, y el representante del PRD, Francisco Juárez.
La sesión era solamente para recibir una respuesta del Consejo General del IEES, que básicamente sería la misma respuesta que entregó la Secretaría Ejecutiva del propio IEES: oigan, aquí no es.
Resulta que líderes indígenas y el Partido Sinaloense, que tiene alianza en Sinaloa con el Partido Acción Nacional, el Movimiento Ciudadano y el mismo PRD, andan exigiendo al Instituto que se garantice la participación política de dichos pueblos.
Pide que se abran espacios en regidurías o hasta diputaciones y en oficinas de los ayuntamientos, para que haya direcciones de asuntos indígenas.
Todo está muy bien, de hecho, viene en la Constitución, les recordó uno de los consejeros, sin embargo, la petición tiene que hacerse en el Congreso del Estado, que recientemente aprobó la Ley Indígena de Sinaloa.
Quevedo, según él muy chipocludo, anda cuestionando al IEES si se hizo un padrón de indígenas, de pueblos y todo ese tema, como si fuera su obligación.
Lejos, muy lejos, también está del nivel el representante del PRI, que debería saber que, efectivamente, para aprobar esta ley, se realizó un censo que arrojó 245 comunidades indígenas. Hasta salió en los periódicos.
El chiste es que Quevedo y Juárez casi lloran por los derechos de los indígenas a tener participación política, sin saber el lugar al que tienen que ir a alegar.
Nos gustaría verlos defender los derechos de nuestros indígenas fuera de campaña, que alguien les explique que las necesidades de los grupos marginados duran todo el año.
Ahora, muy fácil, si andan tan derechudos y peleadores de lugares para los indígenas, ¿por qué no los incluyeron en sus planillas para presidencias municipales de su coalición o de los distritos a diputados?
Y si realmente los quieren apoyar, nos gustaría ver que les dan una buena posición plurinominal, de esas que andan peleando los políticos para ellos y para sus esposas.
Lunes violento
En apenas siete horas, Sinaloa registró seis homicidios dolosos en la zona centro del estado.
En su mayoría, estos crímenes se cometieron a balazos, la "huella de la casa" que genera impunidad.
En cada uno de los casos quedan familias en duelo. En cada crimen cometido ayer, se evapora la esperanza de un estado que apuesta por la paz.
Los delitos a la alza son una prueba de que las políticas en materia de prevención han fracasado, aunque las autoridades digan que no ha sido rebasadas.
Las muertes violentas de niños han horrorizado a la población y demuestran que el “monstruo” de la violencia está en casa.