"¿Psicosis durante esta pandemia? Tal vez tuviste coronavirus"
alberto.kousuke@uas.edu.mx
Como ustedes ya saben, el virus SARS-CoV-2 (coronavirus) es el causante de la enfermedad conocida como Covid-19.
Se estima que alrededor del 80 por ciento de las infecciones son asintomáticas o con síntomas leves como fiebre, tos, y dificultad para respirar.
Por otro lado, el 15 por ciento de los infectados cursará con una infección severa, requiriendo oxígeno, mientras que el 5 por ciento de las personas infectadas requerirá ventilación asistida.
Aquellos afortunados sobrevivientes del Covid-19 corren el riesgo de padecer una disminución en la función pulmonar, la cual se traduce en una sensación de “falta de aire” al realizar actividades cotidianas.
Aunado a esto, datos recientes revelan que los supervivientes de esta enfermedad ahora también corren el riesgo de desarrollar alteraciones cerebrales como infartos, confusión, y psicosis.
Estos resultados publicados hace tres días en la revista “Lancet” provienen de pacientes graves, y aunque no se pueden extrapolar a la población general, nos ayudan a entender un poco más los daños que ocasiona este virus en el cuerpo humano.
De los 125 pacientes graves estudiados, 77 de ellos experimentaron una interrupción en el flujo sanguíneo cerebral (infarto) a causa de un trombo (coágulo en el interior de un vaso sanguíneo). Los trombos son complicaciones muy comunes en pacientes con Covid-19, tanto en jóvenes como en ancianos.
Un tercio de los pacientes presentó alteraciones en el estado mental, tales como confusión, cambios en la personalidad, o depresión. Más de la mitad de estos pacientes eran menores de 60 años.
Las afecciones neurológicas no son nada nuevo en el contexto de Covid-19. Alrededor del 20 por ciento de los pacientes con esta enfermedad presentan anosmia, la pérdida total del olfato.
Desafortunadamente, aún no sabemos cuales son los mecanismos por los cuales el coronavirus ocasiona este gran repertorio de complicaciones neurológicas.
Pero no todo es malas noticias, amigos.
Gracias al monumental esfuerzo de cientos de profesionales de la salud e investigadores, el segundo brote más largo de ébola en la historia de la humanidad por fin llegó a su fin. El primer caso de este virus se reportó en agosto de 2018 en el Congo. Este virus infectó a 3 mil 470 personas y cobró la vida de 2 mil 287 de ellas.
El 25 de junio de 2020 es la fecha en la cual el último paciente fue dado de alta después de 42 días de cuarentena, lo cual equivale a dos periodos de incubación del virus. Esta epidemia duró 22 meses y es la décima batalla del Congo contra el virus del ébola.
El virus del ébola llegó a los humanos de la misma manera que el coronavirus, a través de los murciélagos. Este ciclo vicioso en donde emergen nuevos virus letales para los humanos se debe a la destrucción de los pocos ecosistemas que quedan en el planeta.
Veintidós meses de ébola y quien sabe cuántos meses de coronavirus (todavía nos falta un resto) se pudieron haber evitado si la humanidad respetara el medio ambiente.
La extinción masiva del Holoceno (sexta extinción masiva/extinción del Antropoceno) va a toda marcha y es completamente nuestra culpa.
¿Qué haremos para evitar nuestra extinción? Esto no es psicosis, es la realidad.