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Anticipar el futuro ha sido siempre una preocupación del ser humano, la necesidad de saber que nos espera en el tiempo, en qué condiciones estaremos para entonces y cómo debemos estar preparados para ello. Todos, de alguna manera o de otra vivimos en esa necesidad de saber y prevenir. De ahí el origen de la palabra prospectiva según la RAE, es el adjetivo que se refiere al futuro o trata de conocerlo anticipadamente mediante la proyección de datos del presente.
Tenemos entonces que prospectiva en sí, es la tentativa examinada del futuro, de lo que se espera ante lo inevitable o de lo que se espera como lo posible. Es decir, en el plano de la utilidad práctica, la prospectiva es aquella necesidad de visualizar el futuro a partir de que estamos conscientes de lo que puede suceder o de lo que se puede aspirar en el porvenir.
Por eso para organizaciones como la OCDE, una prospectiva representa el conjunto de pruebas sistemáticas para observar a largo plazo el futuro de la ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad con el propósito de identificar las tecnologías emergentes que probablemente produzcan los mayores beneficios económicos y/o sociales.
Digamos que prospectiva entonces es, o representa en la actualidad, una estratégica herramienta de observación que nos permite identificar con anticipación todos aquellos aspectos y tecnologías que pudieran impactar en los ámbitos de lo social, económico, ambiental, político, cultural, etc.
Es por ello que en la actualidad el análisis de prospectiva adquiere un valor muy específico, en prácticamente todos los ámbitos de nuestra sociedad. Por ejemplo, existen entidades educativas a nivel internacional especializadas en seguridad, inteligencia, ciberseguridad y geopolítica, que ofrecen servicios de capacitación principalmente a empresas privadas, como también a instituciones públicas y partidos o proyectos políticos.
En el ámbito de la política, la mexicana y especialista en estos temas, Guillermina Baena Paz, nos dice que la prospectiva nos ayuda a explicar los problemas complejos que están entretejidos en las telarañas de las estructuras sistémicas. Descifrar los niveles del análisis, deslindar lenguajes simbólicos, traducir códigos, llegar a los significados profundos para saber lo que realmente dicen los discursos y las estrategias del poder. De esta manera entendemos que la prospectiva sea política por definición.
Por su parte uno de los máximos exponentes del pensamiento prospectivo, el francés Hughes de Jouvenal, expone que el ejercicio de la prospectiva nos dota de libertad y poder para decidir el futuro que se quiere construir, lo cual resulta potencialmente revolucionario, pues nos brinda la capacidad de transformar una situación que no es grata y nos permite descolonizar el futuro impuesto en los pueblos.
Siguiendo con Baena Paz, las líneas de investigación más recurrentes sobre prospectiva se asocian con el cambio climático, los desastres naturales, la seguridad humana, la cohesión social y sus daños colaterales. Por otra parte, en las empresas, el interés está en la planeación prospectiva estratégica para incursionar en la incertidumbre de un mundo donde se puede esperar de todo, pensando y construyendo escenarios. En la administración pública los temas tienen que ver con la conducción de gobierno y la coordinación interinstitucional, la generación de proyectos de desarrollo que pasen de situaciones desfavorables a favorables y contribuyan al diseño de políticas públicas.
Ahora bien, si concebimos que la prospectiva no es sólo una herramienta sino la concepción de un pensamiento que previene e imagina las posibilidades de un futuro, la prospectiva de quienes aspiran a una candidatura para la elección de 2021, deberá ser, sino la única, sí la principal carta de presentación.
No obstante, la experiencia consigna que no son precisamente estos temas los que predominan en las estrategias de campaña, podríamos incluso dividir las preocupaciones más notables de acuerdo a la costumbre, por ejemplo, si la prospectiva es también un futuro deseado, encontramos que en cada elección, son diferentes las líneas de interés en una investigación de prospectiva, pues una será para el candidato, otra para el partido político, para el comité de campaña, los sectores sociales, las instituciones públicas y aún con mayor diversidad para la ciudadanía en general. Predominan más los criterios de una competencia electoral que la prospectiva de un futuro social.
De ahí la importancia de entender que todo proceso electoral democrático tiene como propósito principal la aspiración de un cambio o continuidad de proyectos de gobierno según se presenten las alternativas, pues se elige de cierta manera una promesa de futuro, una propuesta de gobierno y compromisos por cumplirse. Razón por la cual, todo aspirante a un cargo de representación popular deberá, por razones éticas, morales e históricas, tener una firme y clara prospectiva social, económica, política y cultural de la responsabilidad a la que aspira, pues de improvisados y corruptos está escrita la historia de las justificaciones de todos nuestros males como sociedad.
Hasta aquí mi opinión, los espero en este espacio el próximo viernes.