Editorial
Sin duda, el año que recién terminó, el 2019, tuvo cosas para olvidar: la inseguridad y violencia que no cesa, la economía que no crece, las agresiones a las mujeres, la impunidad y la polarización. Pero también, seguro cada uno tendrá cosas buenas para recordar y que les hará los momentos más agradables.
E inicia un nuevo año, el 2020, que seguro será de retos para muchos, en el ámbito personal, para iniciar nuevos proyectos, retomar los que se postergaron o continuar los que se dejaron a medias.
Pero también hay retos en el ámbito social, en donde caben todos. Acciones, individuales y colectivas, que ayuden a cambiar la realidad que envuelve a todos, ya sea en las comunidades de Sinaloa o en alguna otra parte de México.
La educación, por ejemplo. Más incluyente, más formativa, más reflexiva, que contruya a mejores ciudadanos. Que las reformas implementadas sean las que la sociedad requiere y que los resultados, los que promuevan el cambio.
La sociedad también. Más participativa, más activa, más involucrada con los asuntos públicos. De nada sirve elegir gobernantes si en contraparte, no habrá una sociedad que exija, que reclame, que demande.
La justicia, además. La realidad ha llenado a Sinaloa y a México de cifras. De los homicidios que se han ido sumando, de las víctimas que han ido creciendo y de sanciones que se diluyen con el paso del tiempo, acrecentando el fantasma de la impunidad.
Los políticos, sobre todo. Más profesionales, más comprometidos, más decididos. No importa si están en el Gobierno o si hoy actúan como oposición. Que no les gane la urgencia de los “Me gusta” o los “retuits” y que se imponga la mesura para plantear soluciones a los problemas que aquejan a todos.
No pareciera que se trata de acciones sencillas, porque en la práctica, ha sido complejo transformar la realidad que aplasta a este País.
Pero sí lo es, si de parte de todos hay el compromiso de empezar a cambiar el entorno, el que rodea a cada uno e impulsando a otros a que lo hagan.
Quien sabe si vaya a ser el 2020, pero si se asume alguno de estos retos, seguro el País y Sinaloa, tarde o temprano verá esos cambios.