|
"El Octavo Día"

"Procastinar. Emprender algo y no morirse en el intento."

""

    Mañana, al rato, te juro que el sábado si…., nada más me pagan….., al rato que no haga tanto sol; estas son solo algunos ejemplos de lo que contestan las personas que dejan todo o casi todo para otro momento y por lo general, ese momento de llevar a cabo la tarea indicada, no la concluyen, y realmente , vencer a la desidia no es tarea fácil, estas personas parece que cuando anuncia que van a iniciar un nuevo proyecto, en ese momento se invaden de miedos, pereza o quizás se empieza algo, pero fácilmente se quedan a mitad de camino, y dejan sin concluir.

    Procrastinar es lo que conocemos más familiarmente como “dejar para mañana lo que puedes hacer hoy”. A veces se da que llenamos nuestro horario con actividades irrelevantes, en lugar de hacer aquello que es totalmente necesario, y al final dejamos esa tarea que debemos entregar, siempre para el último momento, entregando cosas que podrían estar mejor, y sobre todo sin sufrir los agobios y las prisas.

    Para la psicóloga madrileña Sara Sarmiento existen estrategias para vencer la procastinación y la pereza. El cerebro se puede entrenar, al igual que entrenamos el cuerpo cuando vamos al gimnasio. Todos experimentado algo de desidia al empezar una nueva rutina de entrenamiento después de un largo período sin hacer deporte, pero si continuas el tiempo necesario, pronto te darás cuenta que cada vez eres más rápido, más fuerte y tendrás más ganas de superarlos y continuar entrenando. Esto mismo sucederá al entrenar el cerebro, y obtendrás la misma sensación.
    La psicóloga Sarmiento nos indica unos pequeños trucos y rutinas para poder superar la procrastinación de manera eficaz. Tengamos en cuenta que, al principio puede costar, pero es todo cuestión de práctica:

    Dejar las lamentaciones: es el primer paso para empezar algo y continuarlo. Pensamientos como “no soy capaz” no ayudan a nuestras metas y objetivos. Recuerda todas las veces que has conseguido llevar a cabo un proyecto y visualiza la felicidad que sentirías si en vez de hacerlo en el último momento, tuvieras tiempo para organizarte. Ya no haría falta quedarse encerrado en casa por tener trabajo acumulado. Podrías compaginar el ocio con las obligaciones, y así no tener que renunciar a nada.

    Planificar: Si te organizas, ganas tiempo. Intenta ponerte metas a corto plazo y fechas de entrega concretas. Haz un horario visible (grande, con colores), y colócalo en un lugar que otras personas puedan verlo. La “presión del grupo” hará que sea más fácil cumplir objetivos.

    Ser realista: no intentes abarcar más de lo que puedes hacer. Al organizar el tiempo debes ponerte metas pequeñas, fácilmente realizables, y debes dejar tiempo para descansos, deporte y amistades o pareja. No solo se trabaja en la vida, pero tampoco es todo fiesta. El truco es una combinación de ambas cosas, pero con responsabilidad. Si te marcas descansos de 15 minutos, mejor no enciendas las tele ni entres en las redes sociales, pues corres el riesgo de quedarte ahí mucho más tiempo.

    Listas de tareas: realiza una lista con las tareas a realizar, aunque tanta organización pueda llevar tiempo, al final es el truco para saber qué pasos debes seguir y en qué momento. Coloca las listas cerca de ti, y ve tachando aquellas cosas que ya hayas conseguido. El placer de ver las cosas realizadas será un estímulo para continuar por el buen camino.

    El celular lejos de ti: cuando trabajes, intenta dejar las cosas que te pueden distraer bien lejos de ti. El teléfono en otra habitación, el internet (si es posible) apagado, la televisión desconectada, la comida lejos…
    En los descansos, alarmas: cuando vayas a descansar, recuerda poner una alarma que marque nuevamente el comienzo de la actividad, e intenta colocar el dispositivo donde vaya a sonar cerca de la mesa de trabajo. De este modo tendrás que levantarte del sofá o dejar lo que estés haciendo para apagarla, y ya estarás en la zona de trabajo, listo para continuar.

    El orden, tu mejor aliado: intenta que el lugar de trabajo esté limpio y ordenado, sin muchos estímulos que puedan distraer a tu cerebro de la tarea principal.

    Estar presente: esto es, tomar conscientemente la decisión de lo que quieres hacer, y hacerlo. Si te llegan pensamientos de “5 minutos más” contrarréstalos con pensamientos de “¡NO!, ahora”, de modo que tu lóbulo prefrontal domine a tu sistema límbico. Otra forma es realizar meditaciones al despertar por la mañana o antes de ir a dormir, de este modo el cerebro ayudarás al cerebro a tener más capacidad de concentración y atención.

    Solo 5 minutos: los estudios de psicología han demostrado que comenzar una actividad con la idea de hacer “solo 5 minutos” ayuda al cerebro a continuarla hasta acabar. Esto es así por la ansiedad que genera el hacer una tarea. El cerebro necesita acabar lo que empieza, e igual que se vuelve adicto al entrenamiento físico una vez que empieza al gimnasio y cada vez quiere más, lo mismo pasa con la actividad mental. Por lo tanto, la próxima vez que te dé pereza hacer algo, piensa que solo vas a trabajar por 5 minutos. Concéntrate en la actividad, empieza, y ya verás que continúas casi sin darte cuenta.


    Recuerda que, si quieres algo, solo tienes que ir, y alcanzarlo. Espero que este artículo te ayude a conseguir tus objetivos, y por último, recuerda la siguiente frase:
    “Nuestra cobardía y nuestra desidia tienen la culpa de que el ayer y el mañana sean iguales” (J.L. Borges)

    Si no puedes llevar a cabo estos consejos, no lo postergues e inicia un tratamiento psicológico que te ayude a superar la procastinación.

    Octavio Robledo L.
    Psicólogo clínico- tanatólogo . tel consultorio 669 982 52 36/ 669 230 59 11

    Fb tanatólogo Octavio Robledo.