"PRI y PAS, solidarios con los sinaloenses. Donde habita la codicia, ayudar no vale"
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Fue rápida la respuesta de los partidos Revolucionario Institucional y Sinaloense al dar el sí al planteamiento del Gobernador Quirino Ordaz Coppel para que donaran el 50 por ciento de las prerrogativas de un mes con el fin de fondear a micros, pequeñas y medias empresas de Sinaloa en la actual emergencia de salud. No era cosa de pensarla porque cuando la ayuda se necesita, sea poca o mucha, el hecho de titubear constituye mezquindad.
Es cierto que no se trata de mucho dinero, pero importa el gesto más que la cuantía económica. Si todos los partidos con registro estatal aportaran la suma andaría por el orden de los 5 millones de pesos y la parte mayor le correspondería al Movimiento Regeneración Nacional porque es el que mayor financiamiento público recibe. En millones de pesos este año se les dan 11 al PT, 14 al PAS, 18 al PAN, 32 al PRI y 48 a Morena.
Igual que el Partido Acción Nacional que acude al alegato de que violaría la ley de la materia si accede al planteamiento de Quirino Ordaz, e insistiendo en que cavilar equivale a insensibilidad, las demás siglas políticas han callado viéndose con similar egoísmo que el de “Kiko”, el personaje que Roberto Gómez Bolaños creó para “El chavo del ocho”, que presumía las enormes golosinas que nunca quería compartir con el más pobre de la vecindad.
Así se ven los partidos del Trabajo y Morena. Unidos en la coalición electoral que les dio tantos votos que ahora les permiten acceder a tanto dinero, les resulta complicado desprenderse de una pizca de las prerrogativas y ni siquiera los motiva a la solidaridad en la compleja situación que apenas presenta los primeros efectos devastadores que dejará la pandemia de coronavirus en Sinaloa.
Deben recapacitar inclusive como estrategia electoral porque por unos cuantos centavos, que ni los hará más pobres o más ricos, podrían sacrificar mucho en cuanto a simpatía y aceptación ciudadanas. No valen los casi 2.5 millones de pesos que pondrían entre los dos partidos lo mucho que podrían obtener si la gente empatiza con el desprendimiento de ese recurso público que bien puede ayudar a remediar algunos males derivados del Covid-19.
De momento resalta el hecho de que Héctor Melesio Cuén Ojeda y Jesús Valdés Palazuelos, dirigentes del PAS y PRI, respectivamente, no tartamudearon en aceptar el planteamiento del Gobernador que más parece la oportunidad de tantear a los partidos en los actuales momentos difíciles. Pudo haber ido más lejos Quirino Ordaz al pedirles que renunciaran a la mitad del total del financiamiento de 2020 y entonces sí la bolsa hubiera rondado los 60 millones de pesos.
A Morena se le nota el paso de tortuga en la coyuntura donde el contagio por Covid-19 va a carrera de liebre. Al carecer de estructura directiva estatal anda como barco recién botado al agua al cual no le pusieron timón ni le asignaron capitán. ¿A quién debería pedirle permiso en Sinaloa al valorar la solicitud del Gobernador? Una consulta se lleva tiempo, si busca el acuerdo con las bases entonces sí nos llevaría el coronavirus a “La Chingada”, el rancho de Andrés Manuel López Obrador en Palenque Chiapas. ¿Solicitarle autorización de la directiva nacional morenista? Son los que más se pelean por el dinero.
El PT está en plena pepena de privilegios. Su paso de partido marginal a beneficiario del poder en Sinaloa lo ha llevado a convertir en su lema la frase de “gavilán que agarra y suelta no es gavilán” y donde la codicia habita la solidaridad no cabe. Esta conjetura lleva el riesgo implícito de que los petistas reaccionen y tapen la boca de los agoreros que proclamamos la avidez monetaria de Leobardo Alcántara y sus huestes.
El que la riega feo es el dirigente estatal del PAN, Juan Carlos Estrada Vega, a quien se le durmió el gallo del socorro albiazul a la ciudadanía en apuros. Era un sí en automático en lugar de darle vuelo a la evasiva del deja ver si Quirino Ordaz garantiza que por apoyar al prójimo ninguna ley se está violando. Mucho brinco para evadir la petición a pesar de que está tan parejo el piso donde la pandemia se desliza contra todos.
En fin, a reserva de que se sumen a la valiosa actitud de respaldo que el PRI y PAS asumieron sin tanto rollo, Morena, PAN y PT se quedaron rezagados y aun cuando cedan la mitad de un mes de las prerrogativas que la ciudadanía les paga, ya marcaron la huella de la irresolución en esa senda que va en sentido contrario al del sufragio.
Son días en los que el corazón tiene que ir más adelante que las tripas. Por las pequeñas empresas en riesgo de desaparecer, por las familias que si se quedan en casa se quedan también sin comer, por el personal médico que requiere de materiales para protegerse y así estar en condiciones de salvar vidas. Por Sinaloa que enfrenta esa enfermedad que arrastra hacia un túnel que todavía no muestra la salida.
Reverso
Cuando este miedo dejemos,
Y restauremos los sueños rotos,
Ya verán que también podemos,
Decidir si merecen los votos.
Engordar la vaquita
A ese fondo de salvamento de los sectores sinaloenses que resulten más dañados por el coronavirus debe sumarse también un mes de sueldo de los servidores públicos de primer nivel de los gobiernos estatal y municipales, diputados locales y federales, senadores sinaloenses, regidores de los Ayuntamientos, magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, delegados federales, personal directivo de universidades públicas, presidenta y consejeros del Instituto Electoral del Estado de Sinaloa, más otros funcionarios voluntarios. Se armaría una buena “vaquita” que cómo ayudaría a resolver broncas que dejará el virus de Wuhan.