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"OPINIÓN"

"Presente y futuro del Medio Ambiente en México"

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09/01/2021

    Rafael Morgan Ríos

    cp_rafaelmorgan@hotmail.com

     

    La columna Templo Mayor de Reforma publicó el 16 de diciembre pasado una noticia que poca repercusión tuvo en México, referente a la inclusión de 13 mexicanos en la lista de 100 latinos más comprometidos con la defensa del medio ambiente, lista elaborada por la ONG Sachamama; en ella aparecen Daniel Servitje, de Bimbo, y Francisco Suárez, de Femsa, como empresarios; el periodista Enrique Acevedo; el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; dos mexicanas: Alicia Bárcena y Patricia Espinoza; Julio Frenk y Mario Molina (+) como académicos y científicos, así como Emmanuel Diego Luna y Luis G. Mendez, músicos y actores; todos ellos cuya labor medioambientalista es poco conocida y menos reconocida. A esta lista hay que agregar a la ganadora del Premio Ambiental, Lady Pech, por su defensa y protección de las abejas sagradas llamadas meliponas, en la Península de Yucatán.

    Siempre se ha sabido la labor altruista de la familia Servitje pero poco se sabe de su dedicación ambientalista, e igualmente sobre el interés de Francisco Suárez, de la empresa Femsa; de Felipe Calderón se sabe que luego de terminar su encomienda como Presidente de la República creó la Fundación Desarrollo Humano Sustentable, misma que actualmente está en receso, una vez que se suspendieron los emolumentos que el Gobierno federal otorgaba a los ex presidentes; además, varios de los reconocidos defensores del medio ambiente lo hacen sin recursos, sin subsidios y en la actualidad ni esperanzas tienen, dada la falta de interés en el tema de las autoridades actuales.

    Decir falta de interés de los gobernantes en este sexenio es quedarse corto, pues los actos y políticas al respecto han sido francamente adversas; en esto López Obrador y Trump siempre fueron de la mano, a pesar de que el nuevo tratado económico entre México, Estados Unidos y Canadá, contiene varias condiciones y prohibiciones para México sobre la producción y exportación, sin cuidar el medio ambiente en el País.

    La política más dañina es la referente a la generación de energía privilegiando el uso de combustibles fósiles y obstaculizando la instalación de plantas de energía limpia. Se puede considerar un crimen el regreso al uso del carbón de piedra y de combustóleo, ambos sumamente contaminantes, en las centrales de electricidad de la CFE.

    Ya los gobiernos de la Ciudad de México, del Estado de México y otros seis estados del Valle de México, exigen a la CFE reducir el uso de combustóleo en las termoeléctricas de la CFE, pues, como alertó Horacio Rojas, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública, el aumento de dióxido de carbono y bióxido de azufre que libera el combustóleo, están afectando la capacidad pulmonar e inmunológica agravando los casos de Covid-19. Habría que considerar si precisamente esta saturación de contaminantes en el Valle de México está ocasionando más muertes por Covid que en otras regiones del País.

    Desde noviembre pasado se publicó en Reforma que Jorge Joel Alcalá, director de Supervisión, Inspección y Vigilancia Comercial de la Agencia de Seguridad de Energía y Ambiente (ASEA), informó que se dará seguimiento a los compromisos de Pemex de reducir la operación de la Refinería Miguel Hidalgo, que es la que está contaminando más el Valle de México.

    Pemex y el Gobierno de México tienen el problema de que la proporción de combustóleo por barril de crudo ha subido de 24 a 28 por ciento, no se tiene suficiente capacidad de almacenamiento y prácticamente no hay mercado para venderlo; en cambio, las refinerías de Estados Unidos sólo arrojan 2 por ciento de combustóleo por barril de crudo.
    Las refinerías mexicanas son totalmente obsoletas y su reconfiguración casi cuesta lo que una nueva y habría que parar su operación; en el mejor de los casos, en los últimos cinco años la eficiencia de esas refinerías ha llegado apenas al 43 por ciento, por lo que su producción es más cara que importar gasolina. A esto hay que agregar que se está construyendo una nueva refinería en Tabasco, en momentos en que todas las compañías petroleras están cerrando refinerías e invirtiendo en plantas de energía limpia, más aún, Pemex está asociado al 50 por ciento en una refinería en Estados Unidos que está disminuyendo su producción y reconfigurándola para producir diversos derivados del petróleo para uso industrial, por cierto, no contaminantes.

    Hay mucho más que comentar sobre este tema en siguientes artículos.