Noroeste explicado
Poca información genera tanta pasión, polémica, reclamos, ánimos caldeados y mucho más, como la preelectoral y electoral.
Y justamente estamos empezando a sumergirnos en esa llamada etapa preelectoral, que abarca más o menos desde que se empiezan a mover las aguas hasta que se nombran candidatos. Y luego viene la época electoral, que abarca principalmente las campañas ya oficiales de los candidatos hasta culminar con el día de la jornada electoral. Posteriormente llega lo que se llama época postelectoral, que abarca unas semanas, en lo que se dirimen las cuestiones jurídicas y se declara formalmente a los ganadores.
Pues bien, ya lo dijimos la semana pasada, son varias las coberturas especiales que tenemos a lo largo del año o los años, pero ninguna tan demandante, complicada, agotadora y apasionante como todo lo que tiene que ver con las elecciones.
En Sinaloa, hasta hace algunos años, teníamos elecciones a cada rato, es decir, entre elecciones estatales, municipales y federales, prácticamente tres años de cada cuatro se celebraban procesos electorales, pues las fechas de la entidad no estaban homologadas con las del País, sin embargo, ya están homologadas y al menos ya no hay tantos procesos electorales seguidos, que no sólo desgastan al votante, sino que generan mayor gasto.
Como medio, tenemos la obligación de presentar a los lectores (votantes) la oferta política de todos los partidos, esto implica desde los dimes y diretes, hasta las posturas de los partidos y de los propios aspirantes, así como de las autoridades electorales, hasta fechas precisas del proceso electoral y toda la información utilitaria que puede llevar al lector a tomar mejores decisiones en el momento de emitir su voto.
Cuando se trata de presentar posturas políticas de los aspirantes, como entrevistas o perfiles, o bien de los partidos, tratamos de hacerlo de la manera más equitativa posible, para dar el espacio a prospectos y partidos que tengan un peso real entre el electorado.
Por ejemplo, esta semana iniciamos una serie de entrevistas con los aspirantes a ser candidatos a Gobernador de Sinaloa por los diferentes partidos.
Normalmente, todo lo relacionado con partidos y candidatos lo presentamos por orden de antigüedad de partido, que es el orden oficial que utilizan las autoridades electorales, por eso en una boleta electoral, por ejemplo, se ve primero el logo del PAN, luego el del PRI y así sucesivamente, porque es en orden de fecha de fundación del partido.
También, cuando así lo amerita, usamos el sencillo orden alfabético, de acuerdo con la letra de su primer apellido. Sin embargo, no siempre se tienen todos los elementos para hacerlo de esta manera. Es el caso, por ejemplo, de esta serie de entrevistas que empezamos a publicar, las cuales, si las quisiéramos hacer en uno de los dos órdenes antes mencionados, nos tardaríamos mucho en empezar a publicarlas, pues se tendrían que hacer primero todas las entrevistas y luego iniciar la publicación.
Lo que decidimos en esta serie es irlas publicando de acuerdo a como los aspirantes nos las han ido concediendo. Sin embargo, en este caso entró también el factor que ya mencionamos de que sean partidos y personajes con peso real entre el electorado.
Así, prácticamente entramos de lleno en una fase del calendario donde lo electoral lo marca casi todo, con las ventajas y desventajas que esto tiene. Ya dijimos que es una temática que despierta pasiones y nosotros como medio, estamos precisamente en medio de todo, estamos conscientes de ello y listos para torear los avatares que vengan de aquí al verano 2021, cuando se celebren los nuevos comicios.
Son muchas las veces que los partidos o los aspirantes no quedan muy contentos con nosotros, casi siempre nos acusan de “beneficiar” a su contrario, sin embargo, para nosotros eso significa que lo estamos haciendo bien, pues si todos reclaman es signo de que estamos siendo parejos y no beneficiando a alguien en especial.
Como medio, no tenemos afiliación política, pero sí analizamos con lupa lo que se publica, tratando de ser justos pero sin engrandecer a nadie, manteniéndonos ecuánimes y pensando siempre en el lector.