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"OBSERVATORIO"

"Pocos candidatos ciudadanos en Sinaloa. Desaires a las trincheras independientes"

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OBSERVATORIO

    alexsicairos@hotmail.com


    Aparte de Ricardo Arnulfo Mendoza Sauceda, que como candidato ciudadano a Gobernador busca destrabar la puerta de participación política que le bloqueó Movimiento Regeneración Nacional, en Sinaloa se nota muy poco interés y capacidad de aguante para entrarle a las postulaciones a puestos de elección popular desde la trinchera independiente. Los avances en fortalecer las aspiraciones apartidistas son lentos, torpes, y las barreras siguen siendo muy altas, casi imposibles de saltar.

    De acuerdo con el dato más reciente del Instituto Electoral del Estado de Sinaloa de los 36 que han manifestado la intención de ser candidatos independientes sólo Ricardo Arnulfo Mendoza lo hizo para el cargo de Gobernador, 21 para diputados locales y 14 para presidentes municipales, resultando la magra lista que es la evidencia del freno a pretensiones con la marca cívica que en cualquier democracia acabada tendrían que ser aceleradas.

    Más simbólica que viable, la candidatura de Mendoza les da cauce a aquellas intenciones que por no pertenecer a las mafias del poder poco espacio tienen para aparecer en las boletas electorales y no se diga para ganar las votaciones. Primero Ricardo Arnulfo se anotó entre los participantes de Morena que buscaban suceder en el cargo a Quirino Ordaz Coppel y acabó siendo una víctima colateral del “dedazo” simulado detrás de la encuesta inexistente.

    Debiera existir para los buenos ciudadanos la opción de ser votados sin necesidad de convertirse en rehenes de la partidocracia cada día más voraz y desprestigiada. Qué bien le vendría a la democracia hoy condicionada a ideologías, cuotas y cuates, la intervención fresca de quienes desde la lucha social tendrían que hallar también posiciones de representación en los gobiernos y parlamentos.

    Sin embargo, la cruda realidad dice que antes de estar en posibilidad de ganar elecciones en Sinaloa a través de perfiles ciudadanos se deberá librar una larga batalla para que la tarima independiente esté al mismo nivel que las postulaciones que realizan los partidos. Hay un salto que se reflejará en la elección de 2021 derivado de la demanda resuelta por el Tribunal Electoral de Sinaloa a favor de Manuel Clouthier Carrillo para que sea aumentado a 60 días el plazo dedicado a recabar las firmas que avalen a candidatos sin partido.

    Clouthier Carrillo, que por cierto no se registró para participar como independiente en los comicios locales, logró que en vez de los 40 días que establece la ley para reunir las firmas del 2 por ciento del padrón de la demarcación electoral que corresponda se les concedieran dos meses a los candidatos sin partido. La sentencia del TEESIN que protege los derechos ciudadanos del hijo de “Maquío” les viene como aire vital a los pretensos que le apuestan a lo que establece el artículo 35 Constitucional.

    Son más las murallas a tumbar. Por ejemplo, mientras los partidos acaparan prerrogativas económicas que en 2021 ascienden a 7 mil 200 millones de pesos a nivel nacional y 122 millones de pesos en Sinaloa, a las candidaturas independientes le corresponden 31 millones de pesos en todo el País y en lo local se les restringe al financiamiento a recursos privados sujetos a los topes fijados por el IIES. Agréguese a la caja registradora de las siglas convencionales el dinero “de procedencia desconocida” que cualquiera sabemos de dónde viene menos las instituciones fiscalizadoras de los gastos proselitistas.

    Además, otra traba establece que al presentar la intención de candidaturas independientes es obligatorio constituir una Asociación Civil con el alta correspondiente ante el Sistema de Administración Tributaria y datos de cuenta bancaria que recibirá el financiamiento público y privado, otorgándosele a dicha AC el mismo tratamiento que un partido político. Fiscalmente hay equidad al colocarles la lupa encima; políticamente se les margina para que crezcan poco en la competencia electoral.

    En fin, Ricardo Arnulfo Mendoza, el único que manifestó la intención de ser abanderado ciudadano a Gobernador, se echó encima la carga de reunir a contrarreloj el apoyo del 2 por ciento de ciudadanos que integran el padrón electoral, alrededor de 40 mil firmas que aparte se procesan en dispositivos electrónicos que hacen más lenta la tarea y obstaculizan la divisa central de lograr mayoría de votos con un modelo creado para inducir derrotas cuando en sentido opuesto la igualdad de oportunidades debiera motivar a más candidaturas independientes.

    Buscar en Sinaloa cargos de elección popular al margen de los partidos es además del implícito calvario, algo muy próximo al disparate. Pocos ciudadanos en su sano juicio arriesgarían tan descomunal esfuerzo únicamente para obtener el dato curricular de la candidatura, enfrentándose a mafias políticas y sistemas electorales que funcionan como barricadas contra la voluntad de la sociedad por darse los gobiernos que quiere y necesita.


    Reverso

    Cuando atormenta a los oídos,

    La simulación democrática,

    Es prudente cambiar de plática,

    Frente al monólogo de partidos.


    ¿Quién da más?

    Los partidos con registro local o nacional que no han formalizado coaliciones ni con el PRI o Morena se encuentran negociando en la gran puja del cuánto ofreces para ser tu aliado, aumentando sus pliegos petitorios ahora que la candidatura de la 4T se definió para Rubén Rocha Moya. Tienen pocos votos por ofrecer aunque la disposición para funcionar como parapetos en bloques electorales la venden a precio de oro. La historia se repite: están puestos a transar hasta la ignominia para que sus procacidades también aparezcan en las boletas electorales el próximo 6 de junio.