"¿'Planchado' el presupuesto estatal 2020? Gobernador y Congreso, en la ruta cordial"
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Todo indica que está “aplanado” el trayecto legislativo que recorrerá la Iniciativa de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos para el Ejercicio Fiscal 2020 que el Gobernador Quirino Ordaz Coppel le entregó al Congreso del Estado y que ninguno de los dos entes, el que propone y el que dispone, reeditará el choque entre poderes en que terminó el mismo trámite correspondiente al año en curso. Los puntos de encuentro son, hoy, indicador de acuerdos pero no faltará quién le quiera apostar al conflicto.
En la 63 Legislatura siempre hay un tigre listo para ser rifado entre los opositores intramuros o externos del Movimiento Regeneración Nacional. Aun cuando las circunstancias no son iguales ni en el Ejecutivo ni en el Legislativo a las que reinaban a finales de 2018 e inicios de 2019, persisten las dos posturas en el grupo parlamentario que hace mayoría. Una le apuesta al trato terso en lo concerniente al presupuesto; la otra insiste en remarcar la polarización entre el gobierno de Quirino Ordaz, del PRI, y el control de la Cámara local, de Morena.
Las mesas de trabajo instaladas para atender los diferendos antes de que estos hagan crisis en las sesiones del Congreso buscan cambiar la historia aquella que el 1 de diciembre le amargó el festejo de año nuevo al Gobernador. Las reasignaciones que aplicaron los asambleístas de la Cuarta Transformación por mil 633 millones de pesos originaron que Ordaz Coppel hiciera uso de la facultad de veto, hasta que una jornada de conciliación de dos meses puso de acuerdo a las partes.
Para la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos 2020 tanto el Gobierno como el Congreso aprendieron la lección. Incluso antes de que Ordaz Coppel enviara la correspondiente iniciativa al Legislativo se procedió a atender requerimientos que la Diputación de Morena hace para responder a grupos sociales vulnerables. Por ejemplo, a los policías jubilados, o a sus beneficiarios en caso de muerte de aquel en el cumplimiento del deber, se les mejorará la pensión para que sea equivalente al último sueldo devengado más los factores de actualización.
Otra muestra de la avenencia es la voluntad Gobierno-Congreso para destinar 30 millones de pesos adicionales para pagarles 65 días de aguinaldo a los pensionados y jubilados de la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. De no adelantarse a pactar al respecto habría sido un elemento fuerte de impugnación por parte de Morena al presupuesto de Quirino Ordaz.
Un ingrediente más de distensión es que el Secretario de Administración y Finanzas, Carlos Ortega Carricarte, se ha colocado enfrente de las jornadas de aclaraciones, ajustes y consolidación de la propuesta que se llevará al Pleno. Una de las quejas de hace un año es que este funcionario oponía resistencia a escuchar a los Diputados y ello dio pie al episodio del presupuesto remendado que rechazó Quirino Ordaz.
Ayuda también el hecho de que la beligerancia entre las bancadas de Morena y el PRI entró en modo de “abrazos, no balazos” desde que la Presidencia de la Mesa Directiva se le cedió a la priista Gloria Himelda Félix y tal concesión pacificó no solo la convivencia de los diputados de los dos partidos sino extendió el efecto amigable desde el Palacio Legislativo a la Unidad Administrativa estatal.
Tampoco la unidad al seno de la fracción parlamentaria de Morena es tan compacta para lograr lo mismo que hizo la madrugada del 1 de enero. Es verdad que desde la primera alba de este año ya mostraba fracturas internas, no obstante, nada se parece al agrietamiento actual donde aparte de las diferencias programáticas entre morenistas “puros” y “advenedizos” cobran peso las luchas entre iguales para adjudicarse cargos de elección popular que estarán en juego en las elecciones de 2021.
Quizá no se llegue a tanto como sería la alfombra roja, pero sí hay indicios de la ruta cordial para que a más tardar el 23 de diciembre este aprobada la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos de una manera consensuada. Que no haya necesidad de que Morena y aliados la despedacen ni que Quirino Ordaz la vete. Sin que tenga que intervenir de nuevo el Presidente López Obrador para destrabar a su maquinaria legislativa en Sinaloa.
En síntesis, las circunstancias distintas derivarán en un desenlace diferente. El piso luce parejo para que el presupuesto del Gobernador salga adelante sin tropiezos mayores en el Congreso, esto sin desestimar a quienes abren zanjas de encono con la simplista justificación de que al tratarse de un gobierno del PRI el de Quirino Ordaz, por naturaleza le corresponde ciertas dosis de ruptura y revanchismo morenista.
Reverso
Al grito de “¡sí, lo apruebo!”,
Izarán las banderas de paz,
Y habrá presupuesto nuevo,
Para el rival y el secuaz.
Insurrección autónoma
La rebelión que podría emerger durante la discusión y aprobación en el Congreso del presupuesto estatal 2020 es la de los órganos autónomos que han sido creados con todas las de la ley, que han nacido unos en el gobierno de Quirino Ordaz y otros ya funcionaban, pero no han recibido a tiempo en 2019 los recursos públicos para operar conforme lo establece la norma. Lo que se pretende es que los presupuesto etiquetados para estos se respeten tal como se establecen y se entreguen oportunamente para evitar que las trincheras ciudadanizadas tengan que ir a suplicarle al Ejecutivo que les entregue el dinero para cumplir con las responsabilidades que les fueron asignadas.