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@vraldapa
El ejercicio de organizar y ordenar conceptos, ideas y conocimientos para abordar de la mejor manera algún tema que analiza determinada realidad social, nos exige separar nuestros sentimientos y prejuicios, con la finalidad de involucrarnos de manera objetiva al momento de analizar, representar e interpretar el mundo y su realidad; ardua tarea que exige en un doble sentido tomar distancia objetiva en el análisis y a la vez implicarse en el devenir de los acontecimientos actuales, tal ha sido el desafío que asumimos quienes en un ejercicio de pensamiento crítico compartimos con los lectores una mirada, una aproximación, una lectura de nuestro tiempo.
Por más de 10 años he colaborado en la sección de Opinión del periódico Noroeste, siempre agradecido y muy afortunado de participar en un espacio que considero importante, en tanto me permite situar ideas y juicios en el discurso público, con el propósito de ejercer un pensamiento crítico y concitar el diálogo reflexivo en torno a temas que considero nos son comunes y de interés público.
A mediados del año 2016 por cuestiones académicas y laborales me vi en la necesidad de hacer una pausa en este compromiso periodístico y es hasta enero de 2019 cuando motivado por los estrepitosos cambios políticos y electorales del 1 de julio de 2018, decido retomar mis colaboraciones para formar parte activa en la opinión de los sucesos históricos que se viven en nuestro municipio, nuestra entidad y país.
Este último año ha sido particularmente significativo, la complejidad de los sucesos actuales me ha brindado la ocasión de pensar y dilucidar con mayor claridad para ampliar mi comprensión, en un contexto que nos plantea nuevas posibilidades para el futuro, en tanto se han derribado grandes mitos y antiguas estructuras que por más de tres décadas marcaron el destino de nuestra nación.
La experiencia ha sido gratificante y aleccionadora, sobre todo la oportunidad de la conversación que este espacio suscita a través de un ejercicio de pensamiento compartido, que adquiere un gran valor en la búsqueda de deconstruir y reconfigurar una ética personal como un ciudadano más que anhela contribuir al discurso público que modela nuestra realidad y busca un futuro de bien común. Como bien describe la filósofa Marina Garcés “el despertar del pensamiento pasa por una transformación íntima del sujeto, por su desplazamiento de lo propio y privado al territorio de lo común, de una razón común”.
Cerca de concluir este año 2019, el mes de diciembre, propicio para la reflexión y encuentro con la familia, me mantendrán alejado de este espacio, con el compromiso de retomarlo puntualmente el primer martes de enero de 2020 y así dar continuidad a este encuentro y conversación que cada semana tengo la fortuna y el honor de compartir con todos ustedes. Mis mejores deseos en la celebración de las fiestas decembrinas. Muchas gracias, hasta entonces.
