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"EN TRIBUNALES"

"Pagando platos rotos"

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    david@bufetealvarez.com

     

    La semana pasada los medios reportaron que, en el sonado caso NAFTA, el Ayuntamiento había perdido un medio de defensa que hizo valer y que buscaba evitar que se pagarán los $300 millones de pesos que al Alcalde y sus secuaces le urge pagarle a esa empresa.

    Aunque la información no es muy clara, todo parece indicar que, la lucha legal emprendida por el equipo de abogados de la Síndica Procuradora, que inicialmente había obtenido buenos resultados, se encontró con un obstáculo insalvable consistente en que, el Alcalde y el Secretario del Ayuntamiento habían celebrado un convenio con la empresa por lo que ya no podía desconocerse el adeudo.
    Pero como lo había comentado ya en esta columna, al menos el Ayuntamiento se ahorró o se podrá ahorrar más o menos $ 150 millones de pesos de “intereses” y “actualización”.
    ¿Y adivine quién va a pagar los platos rotos? ¿Adivine quién pagará realmente todos esos millones de pesos? Si, los pagaremos entre usted y yo con el dinero de nuestros impuestos.
    Dudo que encuentre un ciudadano que diga que está encantado de que el dinero de nuestros impuestos se utilice para pagar los daños y perjuicios causados a esta empresa por entregarle un permiso irregular para construir una gasolinera, permiso que se vino abajo en tribunales gracias a un amparo presentado por una vecina.
    No es que el Ayuntamiento tenga que sacar la chequera hoy o mañana, para pagar lo que finalmente se dijo que debe pagar. Con las herramientas legales que tiene a su alcance, puede entretener el pago unos meses más y en ese espacio de tiempo, aún pueden darse algunas sorpresas. Quien diga lo contrario está mintiendo y le urge que se pague, seguramente porque tiene la esperanza de que le den una “propina”.
    Desde el punto de vista estrictamente legal, este resultado tendrá las consecuencias legales siguientes:
    Deja abierta la posibilidad para que, de inmediato, se presenten denuncias penales y denuncias por faltas administrativas contra los servidores públicos que estaban en funciones cuando se entregó el permiso irregular.
    Deja abierta la posibilidad para que, de inmediato, se presenten denuncias penales y denuncias por faltas administrativas contra los servidores públicos que estaban en funciones cuando se dejó de contestar oportunamente la demanda y se descuido la defensa del Ayuntamiento.
    Deja abierta la posibilidad para que, de inmediato, se presenten denuncias penales y denuncias por faltas administrativas contra el alcalde y el secretario del ayuntamiento que firmaron el “convenio”, que finalmente fue la “puñalada por la espalda” que mató la posibilidad legal de que el equipo de abogados de la sindica procuradora obtuviera un triunfo, ahorrando al ayuntamiento todos los millones de pesos que se condenaron a pagar.
    Tanto las denuncias penales como las denuncias por faltas administrativas llevan como objetivo no solamente castigar a los culpables de que nuestros impuestos se usen para pagar los platos rotos, sino que buscan que los ex servidores y servidores públicos en funciones, reparen el daño que le causaron al Ayuntamiento.
    En pocas palabras, si el Ayuntamiento tiene que pagar ese dinero, los culpables de todo esto deben reembolsarlo al Ayuntamiento. La posibilidad legal de que así sea existe, todo es cosa de saber cómo hacerlo.
    Seguramente la Síndica Procuradora y su equipo de abogados empezarán a buscar alternativas legales para que, si finalmente se paga la condena, los culpables de ésto paguen con cárcel y con su patrimonio los daños causados a las finanzas municipales.
    Pero independientemente de lo que haga la Síndica Procuradora y sus abogados, las organizaciones de la sociedad civil también deben involucrarse y, desde sus trincheras, deben iniciar e impulsar todas las acciones legales necesarias para que este golpe financiero al municipio no se repita y que los culpables de que nuestros impuestos se usen para pagar platos rotos por actos irregulares paguen los daños causados.
    Todo ese dinero, más todo el que se ha pagado ya, y desgraciadamente parece que se seguirá pagando por conductas ilegales de los gobernantes en turno, debería tener un mejor destino.
    ¿Cuántas calles se podrían pavimentar con ese dinero? ¿A cuántas familias podría llevarse agua potable y drenaje con ese dinero? ¿Cuántas escuelas podrían mejorar su infraestructura con ese dinero? ¿Cuántas patrullas y equipo para combatir la delincuencia se podrían comprar con ese dinero?.
    Es indignante que, por culpa de unos cuantos que se sientan en un sillón y se enferman de poder y avaricia, el dinero de nuestros impuestos se tenga que estar utilizando para pagar sus errores.
    Como dicen: “Cuando pierdas, no pierdas la lección”. El Ayuntamiento ya perdió ¿aprenderá la lección? Nosotros ya perdimos porque nuestros impuestos se usarán para lo que no deberían usarse ¿También aprenderemos la lección y dejaremos de quedarnos de brazos cruzados viendo cómo se gastan el dinero que tanto esfuerzo nos cuesta ganar?
    Yo ya me cansé de pagar platos rotos de otros y estoy seguro de que usted también. Acabemos con esto.