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"Opinión"

"Pacientes de Covid-19 producen anticuerpos que atacan al propio cuerpo"

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    alberto.kousuke@uas.edu.mx

    Hoy en día, no queda duda de que el coronavirus ocasiona que el sistema inmune de algunos pacientes se descontrole y termine causando más daño al cuerpo que al mismo virus.

    Esto se conoce como “tormenta de citoquinas”, un último intento del sistema inmune por destruir al virus. El sistema inmune libera masivamente estas moléculas que inducen un estado inflamatorio generalizado. Este proceso usualmente es lo que ocasiona la falla multiorgánica y la muerte del paciente.

    Además de la tormenta de citoquinas, los infectados por coronavirus tienen otra razón más para preocuparse.

    En una respuesta típica a cualquier virus, las células conocidas como “células plasmáticas” producen anticuerpos que reconocen fragmentos del RNA del virus y se “pegan” a él para neutralizarlo o para facilitar su reconocimiento por las células del sistema inmune.

    Las infecciones virales ocasionan la muerte de las células que infectan. En casos de infecciones severas, las células explotan y liberan su contenido intracelular. Cuando eso sucede, el DNA que normalmente se encuentra comprimido en el núcleo, ahora se encuentra libre y disperso.

    En algunas enfermedades autoinmunes, las células plasmáticas producen anticuerpos que se “pegan” al DNA de las células muertas. Estos se conocen como “autoanticuerpos” por que inducen una respuesta autoinmune, es decir, el sistema inmune ataca al propio cuerpo.
    Investigadores de la Universidad de Emory (Atlanta, EUA) descubrieron que algunos pacientes con Covid-19 producen anticuerpos que atacan al propio cuerpo, justo como sucede en enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide (https://doi.org/10.1101/2020.10.21.20216192).

    Esta respuesta inmune aberrante podría ser una de las razones por la cual existen pacientes con Covid-19 severo y también explicaría el por qué algunos pacientes tardan mucho en recuperarse de los síntomas aún cuando ya no hay rastros del virus en el cuerpo.

    En este estudio, los investigadores analizaron a 52 pacientes con Covid-19 que no tenían antecedentes de enfermedades autoinmunes. Aproximadamente el 70 por ciento de los pacientes poseían autoanticuerpos que reconocían el DNA celular, una proteína llamada factor reumatoide, así como otras proteínas involucradas en la coagulación.

    Es muy probable que los problemas de coagulación observados en algunos pacientes con Covid-19 sean ocasionados por estos autoanticuerpos.

    Si estos autoanticuerpos resultan ser de larga duración, los sobrevivientes de esta enfermedad pueden tener problemas persistentes o permanentes, tales como el desarrollo de lupus, artritis reumatoide, o problemas de la coagulación.

    Esto no es nada nuevo, siempre que exista el combo de inflamación y muerte celular está la probabilidad de desarrollar una enfermedad autoinmune.

    Un claro ejemplo fue la pandemia de 2009. El virus de la influenza H1N1 provocó en algunos pacientes la enfermedad autoinmune conocida como narcolepsia, un trastorno del ciclo vigilia-sueño. En este caso, el sistema inmune ataca al virus de la influenza H1N1, pero se confunde y también ataca a unas neuronas que producen el neurotransmisor conocido como “orexina”.

    A pesar de que estos resultados pueden parecer sombríos, estos hallazgos pueden ayudar en el tratamiento de Covid-19. Se pueden utilizar los exámenes que detectan autoanticuerpos para identificar pacientes que se pudieran beneficiar del tratamiento utilizado para lupus o artritis reumatoide.