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"MALECÓN DE MAZATLÁN"

"Otra cara del ‘jueves negro’"

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MALECÓN
24/10/2019 09:35

    A las historias de terror que vivieron los ciudadanos en el llamado “jueves negro”, del 17 de octubre se suman los relatos de los policías que tuvieron que enfrentar los ataques, un punto de vista que pocas veces tenemos oportunidad de conocer.

    Muchos han criticado que los policías se hayan visto rebasados por las armas y la fuerza de los grupos que lanzaron una ofensiva violenta sin precedentes en la capital sinaloense, sin embargo, los uniformados estuvieron en las calles intentando contener a los delincuentes.
    El Subsecretario de Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social de la SSP estatal, el mayor Carlos Hernández Leyva, de frente a las críticas, resaltó las acciones de los policías locales que hicieron frente a los grupos de civiles armados.
    Recalcó que los agentes también estuvieron en riesgo y que el personal que acudió a los diferentes lugares estuvieron envueltos en enfrentamientos, fueron agredidos a balazos, y se esforzaron por proteger a los civiles atrapados por las balaceras en lugares públicos.
    “Realmente nosotros salimos a eso, a tratar de contener lo que en ese momento estaba pasando, porque sabíamos que la sociedad y la ciudadanía, en esos lugares, lo requería y dimos la cara. Nosotros no somos cobardes, no nos estábamos escondiendo de nadie, no estábamos utilizando ni a mujeres ni a niños como parapeto, y nosotros salimos a eso, a garantizar la seguridad de la ciudadanía...
    “Eran enfrentamientos de manera directa, las agresiones que nos hicieron fueron de manera directa y nosotros respondimos”, enfatizó el Subsecretario.
    Una jornada violenta que a pesar de los llamados a olvidar y dar vuelta a la página seguirá tatuada en el colectivo culichi.

     

    La angustia la vivimos todos
    Por más que el Gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, diga que la ciudad está en calma y que la normalidad ha vuelto a Culiacán, sus propias expresiones delatan la angustia que hasta él vivió.
    Ayer, durante una entrevista, reveló la angustia que experimentó durante los violentos sucesos ocurridos en la capital sinaloense el pasado jueves.
    “Este suceso tan condenable que nos llena de impotencia de coraje, nos tomó por sorpresa, yo no estaba enterado, sucedió, fueron muchas horas de mucha zozobra, veíamos a la gente correr, disparos, fueron muy difíciles y angustiosos momentos los que se vivieron”, abundó Ordaz Coppel.
    Durante las horas de zozobra que vivió Culiacán, Ordaz Coppel vivió lo que han vivido numerosos gobernadores mexicanos, cuando dentro del estado que gobiernan se realizan operativos sin que se les informe.
    Es de sobra conocido, que desde hace años, las autoridades federales realizan operativos sin consultar a las autoridades locales, argumentando la necesidad de la secrecía en la misma naturaleza del operativo y para evitar que la información se filtre, a través de funcionarios corruptos.
    El problema de esta estrategia es que anula la posible cooperación entre los diferentes niveles de gobierno y deja muy mal parados a los gobernantes locales.
    Es hora de que se formalicen nuevas formas de interactuar entre las fuerzas federales, estatales y municipales, para evitar este tipo de incidentes.
    Imagínese usted los problemas que puede ocasionar la desinformación a esos niveles, es una receta para el desastre.

     

    Que no se va
    Muchas son las voces que han exigido una sacudida al gabinete federal de seguridad ante el operativo fallido, sobre todo han pedido la renuncia del titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño.
    Los partidos de oposición ven demasiada opacidad en la información dada sobre la jornada violenta en Culiacán y las fallas enormes de coordinación entre las corporaciones que participaron y las que se quedaron viendo cómo les estallaba el problema en las manos.
    Pero Durazo Montaño dijo que no se va del gabinete, no renuncia, además confirmó que asistirá a la comparecencia a la que fue citado por el Senado de la República el próximo 29 de octubre.
    Los senadores quieren que les explique lo ocurrido en el fallido operativo ocurrido el 17 de octubre, tras la captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán López, hijo del capo Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
    “Estos puestos ni se buscan ni se renuncia a ellos, se asume la responsabilidad”, comentó Durazo Montaño.
    Para quienes seguimos la información sobre la jornada violenta, el mensaje ambiguo de Durazo Montaño sobre la detención del hijo de “El Chapo”, nos sorprendió cuando dijeron que después de tenerlo lo soltaron.
    No sabemos hasta qué punto una renuncia serviría para algo, pero lo que sí urge es una sacudida pero a la estrategia de seguridad, no sólo en Culiacán, no solo en Sinaloa, sino en todo el país.

     

    Foro de seguridad
    Hoy se realizará en Mazatlán el Primer Foro sobre cómo transitar hacia una cultura ciudadana de la seguridad.
    Para ser sinceros, el foro parece haberse hecho después de las balaceras, pero no fue así, es un evento de especialistas en seguridad privada que tiene meses de organización detrás y cuyas fechas coincidieron con los eventos recientes en Culiacán.
    El asunto es que todo lo ocurrido servirá para que los especialistas analicen las posibilidades de seguridad en Sinaloa, con participación ciudadana, y seguramente saldrán a relucir las balaceras vividas en la capital sinaloense.
    El evento es de entrada gratuita y está dirigido para toda la ciudadanía y para los interesados en seguridad tanto privada como pública.
    La conferencia magistral, “Prevención de la delincuencia”, la dictará un experto en seguridad con muchos años de experiencia encima, Juan Antonio Arámbula Martínez.
    Después habrá un panel con periodistas, politólogos, especialistas en seguridad y funcionarios de Seguridad Pública.
    El evento es en el Mazatlán Convention Center, es gratuito y pretende dar un impulso a la tesis que asegura que nuestros problemas de inseguridad solo se resolverán con la participación ciudadana.