Si usted quiere hablar de un funcionario, servidor público, diputado o cualquier miembro de un partido político, de esa gente que no le gustan los escándalos ni llamar la atención, olvídese, podría quedar en la ruina.
Y es que ayer se dio a conocer que el Partido Sinaloense en el Congreso del Estado busca “regular el daño moral” en Sinaloa, acotando las expresiones vertidas por ciudadanos y periodistas en temas relacionados “con la vida privada, el honor y la propia imagen”.
La iniciativa pretende reformar, adicionar, modificar y derogar algunos artículos de los códigos Familiar, de Procedimientos Familiares y Civil, todos del Estado de Sinaloa.
Bueno ya ni los memes podrán ponerse en circulación ya que uno de los puntos dice que la utilización del nombre, de la voz o de la imagen de una persona con fines peyorativos, publicitarios, comerciales o de naturaleza análoga, dará lugar a la reparación del daño que por la difusión de la misma se genere.
Además los “juicios desfavorables” de la crítica política, literaria, artística, histórica, científica o profesional en ningún caso se considerarán como “ofensas al honor”, pero éstos no deben mostrar un “propósito ofensivo”.
Los hechos y datos sobre la vida privada ajena, no deben constituir materia de información.
Y así entre muchos puntos, que pueden ser vistos como una intentona de acotar la opinión pública.
El punto que llamó la atención de este Centinela es que si alguien quiere poner una foto, caricatura, o dibujo de alguien, nada de eso, de acuerdo a la propuesta.
“Toda persona individual puede exigir que su imagen no sea reproducida a través de ningún medio, si él previamente no otorga su consentimiento”.
No me imagino eso de andar pidiendo permiso, pero en fin, a ver cómo se cocina esto en el Congreso.
Muchos tendrán que abultar sus bolsillos porque si esto procede la lluvia de demandas será de antología.
Cuén y sus demandas
La iniciativa del PAS va de acuerdo a lo que sucedió en meses recientes, cuando Héctor Melesio Cuén Ojeda, líder estatal de ese partido y ex candidato a la Gubernatura de Sinaloa, demandó por “daño moral” a dos periodistas y comentaristas.
El primer caso registrado es el de Teresa Guerra Ochoa, articulista de un diario y comentarista.
El segundo de Luis Enrique Ramírez, director del portal web Fuentes Fidedignas.
A Cuén Ojeda no le gusta la crítica y para ejemplo ahí está la UAS, donde no se mueve una hoja de un árbol si el señor no lo permite y donde los disidentes siempre terminan castigados.
Si ya logró “callar” a la máxima casa de estudios, donde se supone que la libertad y la crítica deberían encontrar su espacio natural, ¿por qué no mandar callar a todos los sinaloenses?
La cacería
Ya hemos consignado que en este estado ni los policías pueden cuidarse entre ellos, menos van a proteger a los ciudadanos.
Y es que esto de los asesinatos de agentes de las corporaciones no para, tan sólo ayer mataron a dos más.
Los crímenes siguen un patrón, los últimos agentes han sido asesinados cuando terminan su turno y se dirigen o llegan a sus domicilios.
Y no es tema menor, la verdad que las autoridades deberían estar muy preocupadas, porque la paranoia policial no deja nada bueno, ya ve lo que pasó en un retén de federales donde las cosas se salieron de control y dos familias terminaron con la vida trastocada.
El temor de los policías ya provoca desde la petición de permisos hasta de plano de la renuncia a las corporaciones.
Y no es cosa menor porque con los dos agentes asesinado ayer en total ya suman 11 muertos y tres desapariciones forzadas de elementos.
Los ataques han sido directos contra policías ministeriales, estatales y municipales de Culiacán, siendo esta última la corporación más afectada.
A cómo vamos no va a haber dinero que alcance para subir sueldos esperando que más gente se enliste en las corporaciones. Además de seguros y apoyos que por obligación y con justicia se les tiene que dar a los familiares de los policías caídos.
El trabajo de los delincuentes es muy sencillo: administrar el terror entre los agentes para mantenerlos controlados.
Claro esto sólo puede ser posible con toneladas de impunidad y la complicidad de altos funcionarios.
Pone el ejemplo
Un video de un policía municipal de Mazatlán ayudando a una persona en silla de ruedas a cruzar una avenida se volvió viral en las redes sociales.
En un contexto de policías señalados por sus vínculos con la delincuencia organizada, de pronto una imagen de un agente haciendo su trabajo con un toque de amabilidad le da la vuelta al mundo.
La acción de este uniformado deja constancia de que hay agentes del orden dispuestos a servir y jugársela para proteger a los ciudadanos de a pie.