Se ha hablado mucho de los desmanes, vandalismos e incendios de infraestructura pública en la que terminaron las manifestaciones de las mujeres en la Ciudad de México, ante la ola de asaltos, agresiones, violaciones y feminicidios.
Podemos hablar durante horas sobre los daños causados por las manifestantes, las menos porque la mayoría protestó en calma, aún así muchos criticaron el que la protesta haya derivado en actos violentos.
La manifestación terminó en violencia, pero también ha dejado al descubierto que las mujeres están hartas de la situación de vulnerabilidad en las que viven, la impunidad en los delitos que denuncian y también que hay un verdadero despertar en las manifestaciones contra la violencia de género.
Las mujeres están hartas, y cómo no lo van a estar, si nos basta mirar el terreno local para constatar con espanto que van 31 feminicidios, y algunos asesinatos muestran una crueldad potencializada.
Y con esto no queremos decir que los homicidios contra el género masculino no sean cruentos, pero en el caso de las mujeres da la impresión que el asesino quiere dejar la marca de que puede matar a una mujer, puede violar a una mujer, puede agredir a una mujer y no pasa nada.
¿Y cómo no van a estar hartas las mujeres?, cuando vemos el caso de una mujer que fue agredida sexualmente por su ex pareja y no conforme con eso la marcó con un objeto caliente, o sea que la marcó como si fuera ganado.
Los hechos ocurrieron en Guasave, aunque en ese caso la mujer, valiente, decidió romper el silencio e impuso una denuncia, primero ante la Policía Municipal y después ante el Ministerio Público.
La mujer narró ante las autoridades que la tarde del viernes estaba en la central camionera regional, hasta donde llegó su ex pareja, de nombre Rolando, quien la subió a la fuerza a un vehículo y se la llevó a una casa, donde la encerró y la agredió física y sexualmente.
Para posteriormente utilizar un objeto caliente y marcarla. Hasta la madrugada del sábado la mujer pudo huir y pedir auxilio, si no quién sabe qué hubiera pasado con ella.
Por ahora, esta mujer tiene ya orden de protección y se le está dando seguimiento a su caso.
Esperemos que en verdad se le proteja porque el agresor anda suelto.
¿Y la alerta de género?
Ayer, el Gobernador admitió que como tal la Alerta de Género no es la solución para acabar con los feminicidios, ya que esta herramienta es sólo un reconocimiento de que existe el problema pero aún así los recursos son insuficientes.
Y ante lo limitados de los recursos, Quirino Ordaz Coppel admitió que el problema va más allá de la alerta, porque requiere un trabajo mucho más profundo de reforzamiento de valores que viene desde las bases, desde la escuela, la familia, la sociedad por lo que se tiene que trabajar muchísimo en ese sentido.
Cuando un estado o municipio es declarado con Alerta de Género, quiere decir que en ese lugar existe un peligro inminente para las mujeres, y el Gobierno está obligado a disminuir las cifras de violencia contra las féminas en todas sus modalidades.
En Sinaloa se declaró la alerta el 31 de marzo de 2017, en 5 municipios: Ahome, Culiacán, Guasave, Mazatlán y Navolato.
El Gobernador lo admite, pero que ponga a trabajar ya a todas las instituciones involucradas en asegurar que las mujeres estén seguras y libres de todo tipo de violencia.
Es cierto que algunas mujeres han sido alcanzadas por el crimen organizado, hay muchas que son violentadas y asesinadas por sus parejas y ex parejas y algo se tiene que hacer, ningún asesinato, ningún golpe, ninguna violación, ninguna agresión debe quedar impune venga de quien venga.
Lenguaje peligroso
La Comisión Estatal de Derechos Humanos condenó públicamente el discurso que han utilizado los alcaldes para con los periodistas que los cubren.
La Comisión señaló que los discursos estigmatizantes, el hostigamiento y la censura, constituyen una afectación a los periodistas y significa una trasgresión a sus derechos humanos, lo que puede generar un contexto desfavorable para la libertad de expresión y, en consecuencia, fomentar las agresiones contra la prensa.
El de los alcaldes es un discurso peligroso, porque siempre habrá quien se preste a realizar el “trabajo sucio” de las autoridades y personajes políticos.
La Asociación de Periodistas y Comunicadores 7 de Junio interpuso una queja en la misma comisión en contra de Jesús Estrada Ferreiro, de Culiacán; Luis Guillermo Benítez Torres, de Mazatlán; y Manuel Guillermo Chapman Moreno, de Ahome.
La CEDH hizo un llamado enérgico a todas las autoridades de Sinaloa y en particular a los presidentes municipales, a que cumplan con su obligación constitucional, convencional y legal de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las personas y, en particular, de periodistas y comunicadores.
Los mismos periodistas presentaron otra queja ahora en la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Sinaloa, contra los presidentes municipales de Culiacán, Ahome y Mazatlán, por los ataques sistemáticos de los que ha sido objeto el gremio.
Y que sumen a Escuinapa
Primero eran tres los presidentes municipales acusados de agredir a los medios y sus periodistas, el de Culiacán, Mazatlán y Ahome, pero a éstos súmele al Alcalde de Escuinapa.
La Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa también sugirió incluir al Presidente Municipal de Escuinapa, Emmet Soto Grave, a quien ya se le emitió una recomendación hace unos días.
Leonel Aguirre Meza, quien preside la Comisión, dijo que denunciaron particularmente al Alcalde y al Oficial Mayor porque no han estado a la altura de su puesto.
Como ejemplo puso el cierre de las sesiones de Cabildo, donde se han impedido el ejercicio de los medios de comunicación.
Ladridos
El Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, se negaba a hablar sobre las quejas que la Asociación de Periodistas y Comunicadores 7 de Junio interpusieron contra él y los alcaldes de Mazatlán y Ahome, pero el mutis como que no se le da.
“Lo último que dijeron fue que les dije perros, no es cierto, no manipulen la información, las cosas, no se vale hacer eso”, señaló.
Eso de los perros en alusión a una frase en una conferencia de prensa: “si los perros ladran es que vamos cabalgando”.
