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"En Tribunales"

"Mentir también se castiga"

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    david@bufetealvarez.com

    Sin el menor pudor, el Alcalde miente descaradamente al rendir su Segundo Informe de Gobierno.

    Digo, no es que sea el único servidor público que mienta a los ciudadanos, pero es el actual Presidente municipal con ganas de reelegirse (repito una vez más, para Gobernador, solo en sus más locos sueños, que los tiene y muchos), por lo que es importante señalar sus mentiras para que le pensemos bien a la hora de votar en 2021.
    Basta leer el segundo informe de “desgobierno” para advertir que el Químico saluda con sombrero ajeno y se cuelga medallas que no le corresponden, haciendo pasar como obras suyas muchas de las que llevó a cabo el Gobierno del Estado.
    En algo tiene razón el “Cínico” y es en que, si hizo algo en relación con las obras que llevó a cabo el Gobierno del Estado y respecto de las cuales él se cuelga las medallas.
    Lo que hizo fue ir a cortar el listón y tomarse la foto. Esa fue su gran contribución a esas obras. Que tipo más desvergonzado.
    Pero como dice el título de esta colaboración, que un servidor público mienta no solo es vergonzoso y moralmente reprochable, sino que además se castiga como falta administrativa no grave señalada en el artículo 49, fracciones I y VII de la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de Sinaloa.
    Una raya más al tigre que al cabo no se le nota. Sin embargo, rayita tras rayita se van acumulando y, más temprano que tarde, se verán las consecuencias de andar mintiendo a los ciudadanos y andar pisoteando la ley.
    Para empezar, ya se notan las consecuencias políticas, pues cada día aumenta el número de ciudadanos molestos con la actitud del Alcalde, que obviamente votaran en su contra si desgraciadamente su partido lo deja buscar la reelección (buscarla porque de ahí no pasará).
    Y las consecuencias legales, ni se diga, los juicios de todo tipo contra el Químico se van acumulando, como nunca se había visto y no tardan en explotarle en la cara.
    Afortunadamente los mazatlecos tenemos espíritu de lucha y con todo y la bola de alcaldes ratas, prepotentes, groseros, vulgares y buenos para nada que nos han tocado, como el que ahora tenemos que soportar, hemos sabido salir adelante.
    Los mazatlecos no nos merecemos alcaldes como los últimos cuatro. Fuimos de mal en peor. Es tiempo de luchar en todas las trincheras. Los que saben hacerlo en tribunales que ahí den la batalla. Los que saben hacerlo en el campo de lo político, que se pongan las pilas y lo hagan bien. Tan solo necesitan poner los intereses de los ciudadanos por encima de los de sus partidos políticos y de sus intereses propios. ¿Serán capaces de hacerlo?