"Mea culpa y la evolución del periodismo judicial"
No cabe duda que la nueva realidad de los medios de comunicación no deja de sorprendernos.
Ya lo hemos comentado en diferentes situaciones, y hoy lo reiteramos: como medios, precisamente por estar enmedio, nos enfrentamos a situaciones tan disímbolas como la variedad de información que publicamos, incluso, donde nuestra propia información es llevada a extremos gracias a las redes sociales, ya sea de manera positiva, pero muchas veces de manera negativa, como el caso del que hoy hablaremos.
Esta semana comenzó a circular principalmente por WhatsApp, una imagen con una noticia sobre la detención de una persona, a quien se identificaba plenamente, con nombre completo y su oficio.
La publicación incluía una foto que supuestamente sería el detenido, el logo con la identidad gráfica de Noroeste, y cerraban la publicación agregándole una frase de burla hacia la persona aprehendida, con tipografía al estilo de los memes.
Al recibirla, lo primero que pensamos es que de nuevo era una suplantación de identidad gráfica, usándola en información falsa o manipulada, como nos pasó hace un mes a principios de octubre con el caso de una publicación que nos adjudicaban a Noroeste, usando casi toda nuestra identidad y estilo gráfico, para difundir una fake news o noticia falsa relacionada con el Alcalde de Mazatlán.
En esta ocasión, como ya lo hemos comentado, en cuanto nos llega cualquier tipo de información, una de nuestras funciones es revisarla a fondo, cotejarla, verificar origen, fuente y demás, y así lo hicimos en este caso.
Al verla, lo primero que constatamos es que esa tarjeta informativa no era nuestra, pero lo que de inmediato nos preguntamos ¿esta información que transmiten es real o es falsa?
Al revisar detectamos que efectivamente la información sí era una nota publicada por Noroeste, pero hace 11 años. Era una noticia de 2009 publicada en la sección Seguridad y Justicia sobre la detención de la persona ahí identificada.
En esa nota, y debemos dejar en claro que ahora en perspectiva casi nos avergüenza, usamos un término propio del lenguaje de las mafias y publicamos la identidad del detenido.
No pudimos constatar si la foto transmitida en dicha tarjeta fue publicada por nosotros acompañando la nota, porque por una cuestión técnica en nuestra publicación revisada aparecía sólo el recuadro donde se publicó una foto, pero no fue posible visualizar la fotografía.
Lo más probable es que la imagen detectada en la publicación que distribuyeron esta semana no haya sido utilizada por Noroeste, porque es de un hombre en una situación personal a la que difícilmente hubiéramos tenido acceso.
Pero, insistimos, la foto no se pudo constatar si la publicamos o no, pero el texto definitivamente sí lo publicamos, por lo menos en nuestra edición web.
¿Por qué abordamos este hecho concreto donde alguien en las redes sociales quiso volver a traer a la actualidad una nota policiaca publicada hace 11 años, usando nuestra identidad gráfica?
Porque es importante aclarar cuánto hemos modificado el tratamiento que damos a las publicaciones relacionadas con violencia, narcotráfico y crimen organizado.
Ahora tal vez hasta nos avergüenza cómo publicamos en su momento la nota en mención, pero debemos aclarar que en ese tiempo, por ejemplo, aún la ley no nos impedía la divulgación de las identidades de los detenidos, y se publicaban nombres completos, aún cuando las personas aprehendidas aún no eran juzgadas y por lo tanto no había aún sentencia de culpabilidad o declaración de inocencia.
¿Por qué pasaba esto? Porque en ese entonces todavía no se popularizaba el uso del concepto de presunción de inocencia, esto fue posible hasta el 2008, cuando una reforma constitucional permitió empezar a transitar de lo que el especialista Marco Lara Klahr denomina “el obsoleto sistema de justicia penal inquisitorio” al nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio.
Aún cuando el Código de Ética de Noroeste, publicado en 2002, establece entre su decálogo que debemos “presumir que las personas acusadas son inocentes, mientras no se pruebe lo contrario”, y se precisaba aclarar con los términos presunto o supuesto, lo cierto es que no se hablaba aún de proteger la identidad de los acusados.
Tal vez usted, como lector, recuerde cuando los medios publicábamos las “presentaciones” que las propias corporaciones policiacas y militares, realizaban después de una detención.
Eran los ahora llamados “tribunales paralelos” o “juicios mediáticos”, donde las autoridades, sin respetar la presunción de inocencia de los detenidos, los exhibían ante los periodistas, y los medios replicábamos esa información, identificando a los aprehendidos hasta con fotografías.
¡Vaya! Si hasta “posando” con armas, droga o cualquier objeto incautado, y luciendo los logos de las corporaciones, era como se acostumbraba “presentar” a los detenidos. Y así lo publicábamos la mayoría de los medios de comunicación impresos y audiovisuales.
Pues eso empezó a cambiar a partir de 2008, pero tardó varios años, porque la mencionada reforma a la Constitución tuvo que irse aprobando luego en los congresos de cada estado, lográndose consolidar hasta después del año 2012 ya en su totalidad.
En Noroeste empezamos desde 2009 a hacer adecuaciones al tratamiento de la información relacionada con seguridad y justicia, logrando en 2010 la implementación absoluta de los “Criterios para cobertura y publicación responsable de la información relacionada con la inseguridad y delincuencia organizada”.
Entre muchos otros puntos, algunos de los cuales ya hemos mencionado en anteriores artículos como este, establecimos, por ejemplo, que no replicaríamos el lenguaje de las mafias y las corporaciones policiacas, porque éste contribuía a la manipulación y a señalar tácitamente culpables. Por eso dejamos de utilizar conceptos como “levantón”, “ejecución”, “narcocasas”, “encobijados”,“narcofosas”, entre otros.
Aclaramos esto porque precisamente en la noticia de 2009 difundida ahora en redes sociales sí se usan términos ahora “prohibidos” en la redacción de nuestras notas.
Finalmente, fue en 2012 cuando publicamos una adición a los criterios editoriales de información judicial que establecía lo siguiente: “a partir de hoy, declaramos ante nuestros lectores las pautas y criterios que seguiremos de manera estricta en toda la información que publiquemos en nuestras ediciones impresas y digitales:
“1. Respeto al derecho a la presunción de inocencia, no publicando fotos ni datos de la identidad de detenidos, aún cuando sean presentados por la autoridad.
“2. Evitar toda forma verbal o gráfica de afectación a los derechos de personalidad y a la reserva de identidad y protección de datos personales de las víctimas y los imputados del delito, y de sus familias”.
Así, logramos concretar de manera tajante estos criterios, los cuales hicimos asesorados por el especialista Marco Lara Klahr, quien adicionalmente vino a Culiacán y Mazatlán para impartir cursos de capacitación a nuestros periodistas sobre el nuevo Sistema Penal Acusatorio.
Sobra decir que cuando dejamos de publicar la identidad y fotografías de los detenidos recibíamos reclamos de algunos lectores acusándonos de “proteger a los delincuentes”.
Afortunadamente fueron los menos, y posteriormente las autoridades dejaron de realizar los llamados “tribunales paralelos” o “juicios mediáticos”, una vez que la ley se los prohibió.
Creemos que evolucionamos para bien, no solo Noroeste sino los medios en general y sobre todo la legislación.
Es interesante como una imagen difundida esta semana, de una nota nuestra de hace 11 años, vino a removernos la conciencia y sirvió para reflexionar con nuestros lectores cómo hemos avanzado en los últimos 20 años en el tratamiento de información de seguridad y justicia.