El martes 6 de febrero envió un correo electrónico Leticia Mendoza, lectora de Culiacán, para quejarse de la pésima edición de un cable de agencia: “Buenos días. Después de leer el artículo ‘Afirman que el Papa sabía sobre abusos sexuales’ (8A) me quedé pensando si alguien en el periódico lee lo que reproducen de las agencias. Sé que esta nota no la escribieron en Noroeste, pero alguien debería asegurarse de que lo que reciben tenga coherencia. La redacción es pésima, parece haber pasado por alguna versión vieja de un traductor de computadora. Saludos”.
Tiene mucha razón la estimada lectora, pues la nota de la Agencia Associated Press deja mucho que desear. Como muestra de la pésima redacción con que fue reproducida, citaremos algunos párrafos.
“El Papa Francisco recibió en 2015 una carta de una víctima en la que describía un detalle de los abusos sexuales que sufría a manos de un sacerdote y cómo las autoridades eclesiásticas lo ignoraban, lo contradecía las últimas insistencias del pontífice sobre que ninguna de las víctimas había reportado lo ocurrido, fue reportado por The Associated Press el autor de la misiva y los miembros de la comisión sobre los abusos sexuales por Francisco.
“El hecho de que Francisco recibiera la carta de ocho páginas, a la que tuvo acceso AP, cuestione su insistencia de tener ‘tolerancia cero’ frente a los abusos sexuales y su encubrimiento. También pone en duda su declaración de empatía con los sobrevivientes de abusos, y se trata de la crisis más seria en los cinco años de su papado.
“En el avión de vuelta al Vaticano, luego de ser cuestionado por un periodista de la AP, el Papa dijo: ‘Me has dado con buena voluntad que existen las víctimas’. Pero yo no las he visto, no se han presentado”.
“Sin embargo, miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores afirman que en abril de 2015 enviaron una delegación a Roma específicamente para entregar la misiva sobre Barros. La carta de Juan Carlos Cruz describe los abusos, los besos y los manoseos que dicen haber sufrido a manos de Karadima, unos abusos que, afirmados, Barros y otras personas presentes y no hechas para detenerlos.
“Cuatro miembros de la comisión se reúnen con el máximo asesor de Francisco en la lucha contra los abusos, el cardenal Sean O’Malley, explicaron sus objeciones al reciente nombramiento de Barros como obispo en el sur de Chile y le entregaron la carta para Francisco.
“Cuando le dimos (a O’Malley) la carta para el Papa, nos aseguró que la palabra y la conversación de las preocupaciones”, explicó a la AP miembro de la comisión Marie Collins. “Y en una fecha posterior, nos aseguró que eso sí lo había hecho”.
“A Cruz, quien ahora vive y trabaja en Filadelfia, el día más feliz del año.
“El cardenal O’Malley me llamó por la visita del Papa aquí, Filadelfia y yo dije, entre otras cosas, que él había dado la carta al Papa en las manos, comentó Cruz el sábado durante una entrevista en su casa”.
Función del editor
El domingo 12 de junio de 2016, este defensor del lector hizo en su columna la siguiente observación: Se llama cable periodístico (aunque la expresión va cayendo en desuso) a la información que se recibe a través de agencias noticiosas nacionales e internacionales. Estas notas llegan a la redacción y el editor debe hacer una selección de cuáles son más importantes para publicarlas en el espacio disponible en sus páginas.
No obstante, la información no puede ser publicada tal cual llega, es preciso actualizarla y adecuarla mediante una correcta edición para que sirva al propio lector. Incluso, en ocasiones se tendrá que recortar o sintetizar la nota por cuestiones de espacio.
En la página 161 del Manual de Estilo de Noroeste se establecen algunas recomendaciones que debe observar el editor al recibir los cables periodísticos: “Lo primero que debe quedar claro a un editor sobre la publicación de un cable es que no puede aparecer en el periódico tal y como llega a la Redacción. Es muy frecuente que los cables adolezcan de fallos ortográficos, de modo que hay que corregirlos y, sobre todo, adaptarlos a los parámetros de estilo establecidos en este Manual de Estilo”.
En descargo del editor
Aun cuando el editor correspondiente no cumplió de manera adecuada con su función, habrá que reconocer que, al menos, sí logró meter las manos en la nota.
En el segundo párrafo añadió la preposición “de” antes de la palabra empatía, que no estaba originalmente en el cable noticioso. “También pone en duda su declaración (de) empatía con los sobrevivientes de abusos, y se trata de la crisis más seria en los cinco años de su papado”.
Además, sobre todo por cuestiones de espacio en la página del ejemplar impreso, habrá que agradecer que no incluyó los 34 restantes párrafos que comprendía la nota, los cuales estaban terriblemente redactados, como se puede apreciar en estos ejemplos:
“Las víctimas también declararon ante la fiscalía chilena, la cual abrió una investigación contra Karadima después de que las acusaciones se hicieron públicas en 2010. La fiscalía chilena tuvo que abandonar el caso porque había prescrito, pero el juez que dirigió el caso desapareció que no se debía a una falta de pruebas.
“Pero si viene una persona y yo la evidencia yo seré el primero en canción”, añadió.
“Cruz dijo que las palabras estaban como una bofetada”.
No obstante, volvemos a insistir que se requería mayor empeño y cuidado en la edición de la nota, aun cuando estuviera sobre su cabeza la amenazante espada de Damocles de la hora de cierre.
Los guardametas de la Redacción
El experimentado periodista español Álex Grijelmo comparó la función del editor con la que desempeña un guardameta en el campo de futbol.
“Los editores son el guardameta de una redacción, los balones llegan al arco porque los demás no frenaron el ataque del equipo contrario. Aunque suden y trabajen, algún balón va a llegar y alguno será gol. Por más buena defensa que tenga el equipo, al guardameta le llegan balonazos y debe tener seriedad, experiencia y trucos para atajarlos, para resolver el problema, para corregir los errores. Los guardametas inciden directamente en el resultado tanto por lo que atajan como por lo que no. El fallo de un guardameta se nota mucho, y el de un editor también”.
Espero sus comentarios, quejas, dudas, críticas y sugerencias.
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