La detención de Emilio Lozoya Austin abre una gran oportunidad para investigar al ex Presidente Enrique Peña Nieto, y la trama de corrupción que existió en el anterior sexenio. Si la fiscalía mexicana hace bien su trabajo y si es cierto que no existe pacto de impunidad para el ex Presidente mexicano, posiblemente estemos ante uno de los casos más importantes contra la corrupción en este país.
Al ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) se le acusa de los siguientes delitos: operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho.
La mayoría de las imputaciones proviene de los sobornos que el ex director de Pemex recibió de la constructora brasileña Odebrecht y de la mexicana Altos Hornos de México (AHMSA). Según las acusaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), Lozoya habría recibido 9.15 millones de dólares de Odebrecht y 3.4 millones de dólares de AHMSA. Ese dinero habría sido dado a Lozoya a cambio de gestionar contratos para las empresas que pagaron los sobornos.
Pero si los fiscales ampliaran la investigación a la relación que Emilio Lozoya tenía con otras empresas, posiblemente se encontrarían con otros casos de gestión de contratos a favor de dichas empresas. El caso más significativo es la relación que Emilio Lozoya tuvo con la empresa constructora española Obrascón Huarte Lain (OHL).
OHL es una de las seis constructoras más grandes de España. El dueño principal de OHL, Juan Miguel Villar Mir, ex funcionario en el último gobierno franquista, con título de marqués y amigo de la casa real de España, es el sexto hombre más rico de España y enfrenta en su país “seis procesos judiciales abiertos -cinco por corrupción relacionada con el Partido Popular- que le obligan cada poco a darse un paseo hasta la Audiencia Nacional” (El Salto Diario, 24 abril 2018).
Uno de estos casos es la llamada Operación Lezo, en la que aparece involucrada una filial de OHL en México que se llama Constructora de Proyectos Viales de México (CPVM), en su origen una empresa fundada por Carlos Hank González. CPVM ha sido implicada por la justicia española en la triangulación de dinero de México a Suiza y luego a España, para pago de sobornos.
En México, OHL y sus filiales han sido de las empresas favorecidas con más contratos en los gobiernos de Peña Nieto, primero en el Estado de México (2005-2011) y posteriormente ya en la Presidencia de la República. A comienzos de 2018 OHL México tenía siete concesiones de autopistas de peaje (Circuito Exterior Mexiquense y Viaducto Bicentenario entre las más importantes) y del aeropuerto internacional de Toluca, Estado de México.
Según el reporte que presentó a la Bolsa Mexicana de Valores por el ejercicio 2017 y a accionistas, esas concesiones implicaban una inversión de 72,701 millones de pesos. Pero estos montos no consideran otros contratos en obras, como los obtenidos por CPVM o contratos en el sector energético. Sólo en el primer año de la presidencia de Peña Nieto, esta empresa consiguió siete contratos en Pemex por 41,594 millones de pesos (Reforma, 14 julio 2014).
La obtención de contratos por parte de OHL se debe a una estrategia de negocios que combina la “práctica generalizada” de pago de sobornos para ganar contratos, según definición de la justicia española, y el establecimiento de vínculos y relaciones mediante la contratación de políticos y funcionarios públicos como directivos o consejeros, como ha señalado Paulo Diez Gargari, un abogado que ha seguido los pasos de OHL en México. La propia empresa ha admitido en reportes financieros o en declaraciones de altos funcionarios que ha incurrido en prácticas indebidas para hacer negocios.
Uno de los políticos a quienes OHL contrató fue justamente a Emilio Lozoya, quien se desempeñó como miembro del Consejo de Administración de OHL México entre octubre de 2010 y abril de 2012. Justo en el periodo en que Peña Nieto era precandidato y ya como candidato a la Presidencia de México por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Por cierto, el dueño de OHL México presumía de mantener una buena relación con el ex Presidente mexicano.
La fama de hacer negocios de OHL México aceitando relaciones con los políticos fue puesta en evidencia en una docena de audios que se dieron a conocer en 2015 y 2016 y que le valieron el puesto a José Andrés de Oteyza, un ex ministro en el gobierno de José López Portillo.
Justo uno de esos contratos, pudo haberse inclinado a favor de OHL por intermediación de Emilio Lozoya Austin. Así lo presumió el propio José Andrés de Oteyza. En un audio se escucha una conversación del 31 de marzo de 2015 a las 15:31 horas, donde el entonces presidente de OHL, José Andrés de Oteyza, presume a Jesús Campos (JC), director técnico de OHL México, que gracias a la gestión de Emilio Lozoya (entonces director de Pemex) ante Enrique Ochoa Reza (entonces director de la Comisión Federal de Electricidad), OHL ganó una licitación de la CFR por 7,877 millones de pesos para obtener el contrato de construcción de la Central de Ciclo Combinado Empalme 1, en Sonora.
Hasta ahora no se sabe si la Fiscalía General de la República tiene contemplado indagar los vínculos de Emilio Lozoya con OHL para confirmar o descartar que el ex funcionario, ahora detenido en España, en efecto haya intervenido a favor de la empresa para la que trabajó, y para que la constructora obtuviera contratos del gobierno mexicano. Es una línea de investigación que la fiscalía mexicana no debería cerrar. Podría haber muchas sorpresas.
* Una parte de la información de esta columna fue publicada en el reportaje: “Línea 3: El tren de los favoritos de Peña Nieto”, publicado en diciembre de 2019 por medios de la Universidad de Guadalajara, diario NTR Guadalajara y la plataforma de periodismo Connectas. Aquí la liga al reportaje: https://www.connectas.org/guadalajara-tren-pena-nieto-capitulo-3/
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