"Los tutores de Gerardo Vargas en la 4T. Ebrard y Scherer sí; AMLO dice que no"
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Desde noviembre de 2018, cuatro meses después de que Andrés Manuel López Obrador obtuvo el triunfo en la elección presidencial del primero de julio, Gerardo Vargas Landeros se acercó al Movimiento Regeneración Nacional a través de sus contactos cercanos al entonces Presidente electo. En ese tiempo los “padrinos” lograron que la dirigente Yeidckol Polevnsky Gurwitz le abriera las puertas de Morena de par en par, pero hoy no pueden evitar que el líder del mismo partido, Mario Delgado Carrillo, le dé un portazo en plena cara al cabecilla del movimiento del trébol de cuatro hojas.
La pregunta de cómo se les metió Vargas Landeros en Morena tiene la respuesta en una historia escrita desde años atrás. Siendo Secretario de Gobierno en el sexenio de Mario López Valdez hizo relaciones con Marcelo Ebrard Casaubón, cuando el hoy Secretario de Relaciones Exteriores era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y frecuente visitante de Sinaloa. También hizo buen click con Julio Scherer Ibarra, el ahora Consejero Jurídico y principal hombre de confianza de López Obrador.
Cuando Morena arrasó en la mayoría de los puestos de elección popular disputados en Sinaloa, obteniendo el control de la 63 Legislatura del Congreso del Estado y adjudicándose las importantes alcaldías de Culiacán, Mazatlán, Guasave y Ahome, Vargas Landeros inició cabildeos con Polevnsky, ofreciéndose como el factor de poder y orden que podría darle forma aquí a la llamada Cuarta Transformación.
En aquel momento Vargas era priista y al mismo tiempo exploraba cómo abandonar las siglas tricolores con una estrategia que lo mantuviera vigente en la lid electoral. Logró un pedazo de cartoncillo que lo acreditara como militante de Morena desde el 18 de octubre de 2017, ayudándole Polevnsky con tal retroactividad simulada. Allí mantuvo esa supuesta militancia para lo que se ofreciera en el futuro.
Enseguida, en junio de 2019, le viene la oportunidad ofrecida por Fernando González, el yerno, operador político y financiero de Elba Esther Gordillo, para que encabezara en Sinaloa al nuevo partido de “la maestra”, Redes Sociales Progresistas, con la promesa de postularlo al Gobierno de Sinaloa en 2021. “Tiene una cara de gobernador que no puede con ella”, lo ilusionó Juan Iván Peña Neder, uno de los promotores de RSP.
Para esa etapa Vargas Landeros era militantes del PRI, de Morena y de Redes Sociales Progresistas, si es que en realidad mordió todos los “anzuelos” que él mismo se fabricó con la carnada futurista. No obstante, faltaban dos años para 2021 y aparte devino la crisis en RSP por el complicado registro, razones por las cuales GVL decidió brincar a otro “columpio” político: el de Morena, por supuesto, nuevecito y casi desocupado en Sinaloa.
Aunque Yeidckol Polevnsky había sido desplazada del liderazgo de Morena se enteró de que el partido de López Obrador carecía de una decisión en cuanto al candidato a suceder a Quirino Ordaz Coppel en el cargo. Y empezó a prefabricar el andamiaje hacia su participación en el proceso interno convirtiéndose en el más ferviente defensor de las políticas públicas del Presidente, sacando a relucir la aparente militancia morenista, creando una fundación con el color tinto que caracteriza a la 4T, anunciando con mucha anticipación el registro para buscar la postulación a Gobernador y, finalmente, consumando su enlistamiento dentro de los 14 que aspiran a la titularidad del Poder Ejecutivo Estatal.
Vargas Landeros le la invertido bastante tiempo, dinero, influencias y labor de persuasión a la intentona por ser el candidato de Morena en Sinaloa. Todo indica que van con todo, inclusive a impugnar la convocatoria y el procedimiento si la decisión no lo favorece, con la misma táctica que utiliza Fernando Ábrego en Nuevo León, quien cuestiona la legitimidad de la definición de candidato de aquel estado debido a que “fue reconocido el triunfo de una persona (Clara Luz Flores) en una encuesta que no sabemos si ocurrió ni dónde, y además se nos impidió a los aspirantes a la gubernatura realizar una pre campaña”.
El plan de Ábrego en Nuevo León podría ser el mismo de Gerardo Vargas en Sinaloa. El malovista sabe que no aparecerá en la encuesta de Morena, que se le registró en el proceso interno sólo para evitar conflictos, que no pasará de la primera ronda, y que es prácticamente imposible que lo elijan candidato. El mismo López Obrador ha ordenado detener el avance de esa aspiración, con todo y la simpatía que tenga de Ebrard y de Scherer.
¿Entonces para qué juega Gerardo Vargas en Morena sabiendo que todas las posibilidades se le han cerrado? Por ahí le tienen reservado un papel estelar en la ya cercana elección de Gobernador que bien podría causarle mermas al proyecto de Rubén Rocha Moya, en caso de el Senador sea el abanderado de la 4T. Pendientes pues del amuleto del trébol de cuatro hojas que a GVL siempre le ha amortiguado las caídas con el algodón de las concertacesiones.
Reverso
Deveras que es muy terco,
En la candidatura imposible,
Pues se construyó el cerco,
Que para él fuera inaccesible.
Culiacán por la 5T
O tiene mucho pueblo Carlos Alonso Ramírez Reyes, el Director del Instituto Municipal de la Juventud, o Culiacán ya está agotado con los dos años que lleva como Alcalde Jesús Estrada Ferreiro, pero el “autodestape” del hijo del Diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar, ex dirigente nacional de Morena, causó ruido en las redes sociales y la mayoría se identificó con su posible candidatura al Gobierno culichi. La gente de la ciudad capital luce cansada por la gruñona 4T con la cual le toca lidiar y desespera por llegar pronto a la 5T que le traiga sangre nueva a la política.