"Los humanos somos menos 'calientes' de lo que pensamos"
alberto.kousuke@uas.edu.mx
Caliente significa “que está dotado de calor o lo desprende”. Técnicamente, la temperatura corporal es un promedio de la velocidad de las moléculas del cuerpo. El calor es una medida de la cantidad de energía térmica presente en el cuerpo.
El calor corporal es necesario para el funcionamiento adecuado de un organismo porque incrementa su tasa metabólica al aumentar la cantidad de energía cinética disponible para las células. Mantener una adecuada temperatura corporal es imprescindible para la sobrevivencia de un organismo. Si está muy caliente, las enzimas y proteínas del cuerpo se desnaturalizan y se vuelven inactivas o pierden su función; si está muy frío, no hay energía suficiente para realizar sus funciones.
Además de lo anterior, la temperatura corporal ayuda a regular los ritmos circadianos y el sistema inmune. Asimismo, ésta es afectada por distintos factores como la edad, el sexo, y la hora del día.
Un estudio con datos obtenidos a lo largo de 157 años realizado en la Universidad de Stanford reveló que la temperatura corporal humana ha disminuido alrededor de 0.03° C por década a nivel mundial.
La temperatura corporal humana sirve como un indicador indirecto de la tasa metabólica basal (número de calorías necesarias para mantener el cuerpo funcionando en reposo). Tasas altas están relacionadas con una menor expectativa de vida y menor masa corporal.
El estándar de la temperatura corporal promedio (37° C) fue establecida en el Siglo 19 por el doctor Carl Wunderlich en un estudio realizado con 25,000 alemanes.
Tomando en cuenta que no todos somos arios viviendo en la Alemania de hace dos siglos y que esta disminución de la temperatura corporal puede reflejar un cambio en la evolución humana, deberíamos de reconsiderar lo que constituye una fiebre (más en estos tiempos de Covid-19).
¿A qué se debe esta disminución de la temperatura corporal humana?
La disminución de la temperatura corporal pudiera estar correlacionada con una mejor calidad de vida y acceso a la atención médica, estos dos factores han ocasionado una disminución en las tasas de enfermedades infecciosas e inflamación en la población general (factores que alteran la temperatura); sin embargo, esto no explica la disminución de la temperatura corporal de 0.03° C a nivel mundial.
Un estudio realizado en la comunidad nativa Sudamericana de Tsimane publicado en la revista Science Advances determinó que esta población experimentó una disminución de 0.5° C en tan solo una década. Esta comunidad no tiene acceso a servicios de salud contemporáneos y las enfermedades infecciosas siguen siendo comunes.
A pesar de que aún no contamos con una explicación clara, esta evidencia sugiere que la temperatura corporal humana debería de ser vista como un parámetro que varía de persona a persona, y no como un valor fijo en toda la población.
Por último, el lugar idóneo para obtener la temperatura corporal de un individuo es el tronco del cuerpo (boca, oído, axila, o recto). Las lecturas obtenidas de brazos y manos no sirven porque la temperatura oscila demasiado en las extremidades. Los dispositivos infrarrojos no producen ningún daño, ya que su sensor solamente mide radiación electromagnética.