Hoy se conocerá el tamaño del Gobernador Quirino Ordaz Coppel y su proyecto de Gobierno.
El Gobierno de Sinaloa dará a conocer el estado en el que encontraron las finanzas.
O dicho de otro modo, de qué tamaño es el botín que se llevaron Mario López Valdez y sus secuaces.
A las 17:00 horas, el Secretario de Administración y Finanzas, Carlos Ortega Carricarte, dará una conferencia para informar el “estado de cuenta” del Gobierno de Sinaloa.
Con decirles que en una Secretaría sólo hay, a la fecha, 800 pesos en la cuenta.
La gangrena
El caso de las anomalías de Malova es como la gangrena, la infección se ve a flor de piel.
Lo indican las auditorías estatal y federal, las protestas por falta de pagos, los contratos para los amigos, los precios inflados, los tiburonarios que se desmoronan, los elefantes blancos, etcétera, etcétera.
Pero a Quirino Ordaz Coppel no le queda otra si quiere pavimentar el camino a su sucesor. Hay una línea en el PRI de combate a la corrupción y rendición de cuentas que va desde la dirigencia estatal con Carlos Gandarilla hasta el discurso del propio Gobernador.
Así que este día es clave, hoy se define de qué tamaño es Quirino y, por lo tanto, el rumbo de su Gobierno.
Si hará la diferencia o continuará con la tradicional demagogia de todos los gobernadores que ha tenido Sinaloa.
Escenarios
La primera posibilidad es que el Gobernador haga lo que manda la tradición: tapar las trapacerías de sus antecesores, hacer cómo que le importa la rendición de cuentas, pero al final no hacer nada.
Esto le garantiza no hacer olas, mantener la unidad de su partido y tratar de negociar desde ya su salida sin problemas. En este escenario nadie es culpable, el Congreso se repliega, sus diputados le sacan brillo al dedo y se disponen a aprobar todo a ciegas, les tapan la boca, pues.
Claro que en este caso hay una víctima, y esa es Sinaloa y sus ciudadanos, porque los primeros que entienden que la impunidad continuará es el equipo del Gobernador en turno, y se desataría de nuevo la corrupción desenfrenada.
La otra remota posibilidad es que Quirino Ordaz Coppel realmente decida pasar a la historia, de a conocer los resultados reales de la auditoría y llame a rendición de cuentas a los culpables del desastre financiero en que se encuentra Sinaloa.
Iniciaría entonces un antes y un después en la historia de los sinaloenses, el equipo en el Gobierno entendería que la época de la impunidad ha quedado atrás y quedarían sometidos al imperio de la ley.
La decisión es de un solo hombre, pero las repercusiones son para toda una sociedad.
El camino que iniciaría Quirino si decide cambiar el orden de las cosas le traería más de un dolor de cabeza, pero si consigue pasar la prueba sus alcances lo podrían llevar a alturas insospechadas.
La pregunta es si tiene los tamaños para hacer historia o si al final decide vivir en la sombra de la historia, como lo hacen actualmente todos los ex gobernadores saqueadores de Sinaloa.
Amigos de juventud
Hace unos días comentamos aquí que la gente de Oswaldo Miranda le hacía flaco favor a su aspiración de ser el Fiscal General de Sinaloa, pues entre los abogados que se mueven alrededor de él se difundía que era el del power, el bendecido, el “chosenguán”, el de la línea...
Al parecer, todo indica que lo inflaron de más y que ese globo tronó cuando presumió que desde hace 10 años daba asesorías en Sinaloa, pero al verificar con todas las fuentes relacionadas con el nuevo sistema de justicia penal y seguridad, pues resultó que no lo conocen, salvo los que lo han visto en alguna que otra conferencia.
Ahora que ya se cerró la convocatoria para la inscripción de los interesados a la chamba de Fiscal, vemos con mayor claridad.
Entre esos 17 nombres figura el de uno que, como otros, es conocido en Sinaloa.
Nadie le discute su currículum, su preparación o inteligencia a Juan José Ríos Estavillo.
A su paso por la Comisión Estatal de Derechos Humanos fue criticado pero más que nada por su estilo “fresa” de trabajar, que era más de escritorio y corbata, y no de calle, de contacto con las víctimas.
Más que eso, lo que nosotros podemos decir que es una persona que, como servidor público pretexta institucionalidad o legalidad para no comprometerse en sus dichos. Se cuida mucho, pues, políticamente, con lo que va a decir ante reporteros.
Pero eso no es nada. Ya nos huele que la línea va por ahí, pues Ríos Estavillo es un gran, pero gran amigo del Gobernador Quirino Ordaz Coppel, de sus juventudes.
Ambos vivieron juntos en la Ciudad de México y se tienen harta estima.
¿Será entonces Estavillo el elegido?
Si es así: ¿será autónomo e independiente de la voluntad del Gobernador?
No sabemos por qué, pero esta Fiscalía ya huele muy mal y apenas acaba de nacer.
